Santo Domingo de Guzmán, D. N.
28 de marzo del año 2015.-
Señor
Dr. Alejandro Moscoso Segarra
C I U D A D.
Distinguido Alejandro:
Desde los primeros días del mes que discurre, varios abogados y abogadas que fueron tus compañeros de estudios, y al igual que tu, también fueron mis alumnos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, me sugerían hablar contigo acerca de aquellos valores y criterios que compartíamos en las aulas en torno a la ética y moral que se deben mantener en el ejercicio de la profesión y en el quehacer judicial. Me decían ellos: “profe recuerde que Moscoso siempre escuchaba sus recomendaciones, y le decía que estando en el último semestre de la carrera, usted había sido el mejor profesor que habíamos tenido. Recuerde que después de graduados nosotros, usted y Wilson Gómez nos incentivaron y ayudaron a crear el movimiento de abogados La Toga, encabezado por Moscoso”.
En relación con el caso de Félix Bautista y compartes, entendían estos profesionales que quizás hablando contigo podíamos evitar que tu defraudaras a la sociedad dominicana, dictando una resolución indigna y alejada de los mejores principios de una sana justicia. A ellos les dije que no es prudente tratar con un juez asuntos de un expediente que le corresponda instruir y decidir. También les dije que tu formabas parte de un poder judicial que no parece preocuparle su independencia, integrado para garantizar impunidad, y al parecer, manipulado por un sector político que ha dirigido al Estado Dominicano con el comportamiento propio de un cartel mafioso.
Después de evacuada la resolución del día de ayer, mediante la cual dispusiste que no ha lugar a un juicio de fondo para favorecer a Félix Bautista y compartes, a pesar del excelente expediente que tenias a mano, te confieso que me has decepcionado y defraudado. Aquellos abogados y abogadas que fueron tus compañeros de estudios me dicen que se sienten igual. Es más, no te asombres si te dicen que gran parte del pueblo dominicano está decepcionado. No te extrañes si te dicen que has defraudado a técnicos de organismos internacionales que compartían esfuerzos contigo en el Comisionado de Apoyo a la Reforma y Modernización de la Justicia. Es que desde esa alta instancia de justicia, le haces un daño terrible a la sociedad, sobre todo, a las nuevas generaciones. Tu acabas de enviarle el mensaje de que traten de llegar a los cargos públicos para que roben los recursos a su alcance porque nada pasará en la justicia, si lo saben hacer. Acudiendo a la sabiduría popular se puede decir que, con esta decisión la justicia dominicana acaba de quitarse la venda y enseñar el refajo. Es más, se quedó en cueras y sin nada de credibilidad. Percibo que con esta decisión te has empujado hacia el estercolero de la historia, lugar reservado para personas moralmente fallecidas, a pesar de sus pírricas victorias. Percibo que para la inmensa mayoría del pueblo, el sujeto Bautista es autor de los crímenes que se les atribuyen, y ahora tu parece ser, por lo menos, su cómplice.
Moscoso, los hombres y mujeres nobles siempre deben hacer esfuerzos para vivir con dignidad y decoro, sobre todo cuando por sus venas circula sangre de buena estirpe (sabes porque te digo esto). Nuestro país ha parido muchas personas que nos llenan de gloria, como Duarte, Sánchez, Mella, Luperon, Hermanas Mirabal, Caamaño, Henry, y muchos otros, a pesar de que también han nacido seres que solo han servido como verdaderas afrentas. La nobleza nos enseña que es preferible morir de pies antes que vivir de rodillas frente a la ignominia. Sabes que quien se respeta no puede desempeñar un cargo sobre la base de recibir canonjías, ni devolver favores complaciendo intereses de amigos o para cumplir órdenes superiores o de líderes (no importa que estos sean leones o gatos). Hay que tener suficiente vocación, integridad y valor humano para hacer prevalecer y cumplir las normas.
En más de treinta años que llevo en el ejercicio profesional, puedo asegurarte que ese expediente que instruiste y decidiste de forma ruin, complaciente y vergonzosa, es uno de los mejor presentado por el Ministerio Público que he conocido. Tu sabes que como Consultor Jurídico del IAD me tocó (junto con otros técnicos) trabajar los expedientes de Bahía de Las Águilas, de Macao, de Cabarete, y del Proyecto AMA. Sabes que como Encargado de Investigaciones del Departamento de Prevención de la Corrupción me tocó trabajar (junto con otros técnicos) el expediente del PEME-PRODABA, el de Bienes Nacionales, el de la carretera San Juan-Vallejuelo, entre otros, pero ninguno de estos quedó tan bien estructurado como este que ahora preparó el Ministerio Público y que te tocó decidir si enviabas o no a juicio de fondo.
Esta sociedad no puede aceptar el criterio argüido de que hay doble juzgamiento o doble persecución. Todos sabemos que en este nuevo expediente presentado hay nuevos imputados y tipos penales y exposiciones fácticas que no estaban en aquel otro expediente que (perversamente) terminó archivando el órgano persecutor de la corrupción bajo la dirección de Otoniel Bonilla, quien en días recientes salía con frecuencia en programas y medios de comunicación declarando qua a Félix Bautista no le podían estar conociendo ese proceso de instrucción porque ya él había archivado su expediente. Es decir, que no guardaban ni las apariencias formales. Confieso que yo sufría vergüenza ajena por esas declaraciones de Bonilla. Se comportaron como un equipo bien sincronizado, en el que Bonilla introducía el criterio de doble persecución, los abogados defensores y el propio imputado lo repetían, y tu como juzgador, lo bendice y acoge.
Al asumir ese criterio, el juez no tenía que profundizar en los argumentos de los actores del proceso, ni en los elementos de pruebas aportados, y era suficiente con decretar la inadmisibilidad, sin entrar en analizar los méritos que pudieren existir para someter el caso a los rigores de un juicio de fondo. Un simple análisis de los acontecimientos permite concluir que el Ministerio Público demostró (por ejemplo) que los imputados asumieron métodos de triangulación mediante asignaciones de obras a empresas por parte de la OISOE que dirigía F. Bautista, a favor una empresa X, y esta le vendía la asignación a una empresa de Félix Bautista o de uno de sus testaferros. Eso genera un conflicto de intereses que conduce a ilícitos penales. No voy a abundar en el expediente porque tu conoces mejor que yo los sobrados hechos punibles existentes para enviar a juicio de fondo. Pero es bueno que entiendas que tu y el pais entero saben perfectamente por qué no lo hiciste.
Se ha dicho que la riqueza que exhibe hoy F. Bautista es el fruto de su trabajo e inversiones como ingeniero. ¿Puede alguien con dos dedos de frente creer eso? Eso no es más que una burla y ofensa a la inteligencia de los hombres y mujeres que se respetan en nuestro país. Cuando ese sujeto empezó a desempeñarse como funcionario no había ejercido su profesión ni tenía ninguna empresa, y la totalidad de los salarios que ha recibido en tres períodos de gobierno al frente de la OISOE no alcanza los diez millones de pesos, con los cuales tenía que sufragar sus gastos.
Estoy convencido de que en esa Suprema Corte de Justicia actúan jueces (una minoría) que se respetan, de buena formación e integridad, que son verdaderos magistrados. Pero, para desgracia de la nación dominicana, le ha tocado compartir con personas que deshonran las funciones sublimes y casi sacrosantas que corresponden a un verdadero juez. Pienso que esa minoría ha estado viviendo bajo estado de angustia en estos tiempos, y algunos estarán reflexionando si vale la pena seguir en esa instancia judicial. De la misma manera, creo que la sociedad debe estar cuestionándose si vale la pena seguir utilizando grandes partidas presupuestarias para gastarlas en un poder judicial tan degradado.
Moscoso, no te sorprendas si como consecuencia de la nefasta decisión que has rendido, empieza la sociedad dominicana a levantar reclamos con miras a la sustitución total o parcial de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia.
Lamentando mucho la resolución que has rendido, me suscribo de ti.
Cirilo Quiñones Taveras
Abogado