No es un ministerio, pero tiene la trascendencia de ser, dependiendo del rol que asuma quien lo dirija, mucho más que un ministro: Nos referimos a la Dirección General de Contrataciones Públicas, establecida como una dependencia del Ministerio de Hacienda; creada por la ley No. 340-06 del 18 de agosto del 2006 y su Reglamento de Aplicación, promulgado mediante Decreto No. 543-12.
Estamos hablando del organismo rector del sistema dominicano de Compras y Contrataciones Públicas de bienes y servicios, obras y concesiones del Estado Dominicano. En el buen sentido de la palabra, hablamos de una institución que se vincula y supervisa cada una de las operaciones de compra y contrataciones de los ministerios, y que a su vez está hermanada con la Dirección de Ética e Integridad Gubernamental, que dirigirá la doctora Milagros Ortiz Bosch, y que igualmente estará hermanada con la Procuraduría General de la República en la persecución penal de los fraudes y delitos cometidos contra los bienes públicos.
Y lo que nos trae a estas consideraciones es el anuncio hecho ayer por el presidente electo, Luis Abinader, de que designará como Director de Contrataciones Públicas al doctor Carlos Pimentel, abogado y especialista en Transparencia, quien ha desempeñado y desempeña, hasta ahora las funciones de Director Ejecutivo de Participación Ciudadana y representante de Transparencia Internacional en la República Dominicana.
Es una excelente noticia para quienes luchan y seguirán luchando por la transparencia y la honestidad en las operaciones de compra y adquisición de servicios de las instancias públicas. Carlos Pimentel es un verdadero conocedor de la transparencia en la gestión pública, y más que ello se ha convertido en un líder regional en materia de identificación de los modelos de engaños y estafas con los bienes y los recursos públicos.
Celebramos y aplaudimos este anuncio. Lo consideramos un gesto de transparencia y un mensaje muy claro a los funcionarios designados y por designar, de la nueva administración, de que en este departamento estará una persona incorruptible y con agudeza de mira sobre las operaciones que se hagan para adquirir bienes y servicios en nombre del Estado.
Y no se trata de ninguna desconsideración con la doctora Yocasta Guzmán, quien ha desempeñado el cargo en esta gestión gubernamental, sino en mirar el contexto que se está creando en cuanto a la protección y vigilancia de los bienes públicos. En el pasado reciente hubo funcionarios que se atrevieron a desafiar, y lo lograron, la gestión y supervisión de la doctora Guzmán. Hubo desconsideraciones. Y por prudencia, y por cuidado más político que otra cosa, no se actuó para defender la gestión de compra y contrataciones como manda la ley.
Una de las virtudes de la designación de Carlos Pimentel es que no responde a ningún partido político, ni se le puede considerar aliado o amigo de nadie con intereses en las compras y contrataciones. En su trabajo previo, Carlos Pimentel ha sido un profesional responsable y valiente. Una fuente de consultas permanentes de los medios de comunicación, y una persona centrada y ecuánime, sin estridencias, y muy lejos del chantaje y las celebraciones que ciertas entidades de la “transparencia” han mostrado con impudicia en nuestro país.
Celebramos este anuncio de Luis Abinader y estamos seguros que la sola nominación de Carlos Pimentel es ya un aval mayor a la transparencia en nueva gestión gubernamental.