A 53 días de estar en la presidencia de la República, Luis Abinader ha revelado datos de altísimo interés para la sociedad, y ha puesto en evidencia su marcado interés en hacer un gobierno distinto de los que hemos tenido en el pasado.
La economía es una gran tragedia para el país. Hay que reformar el gasto público, pero hay que buscar recursos frescos. Y no habrá nuevos impuestos para el 2021, como habían sugerido los planificadores y economistas del gobierno en el presupuesto y ley de gastos públicos presentados al Congreso Nacional.
Hasta agosto del este año la caída de la economía es de un 8.4% del Producto Interno Bruto. La reactivación económica requiere paciencia y realizar acciones oficiales que implican inversión. El gobierno mantendrá el apoyo a los programas sociales que fueron iniciados con la pandemia, y que se mantendrían solo hasta julio, pero que se han extendido hasta diciembre.
El balance del presidente no puede ser más elocuente: 53 días al frente de la cosa pública, y lo que se ha recibido es un desorden mayúsculo, deudas impresionantes, y gasto superfluo irresponsable. En los últimos días el pasado gobierno pagó más de 40 mil millones irregularmente a contratistas de dudosa reputación, y dejó las arcas públicas sin recursos.
Hay que auditar toda la administración pública, y tendremos resultados cuando esas auditorías estén ya concluidas, sin embargo, la Cámara de Cuentas ha estado y sigue al servicio del Partido de la Liberación Dominicana y de los pasados gobernantes. El Ministerio Público tiene que actuar, pero requiere investigar bien, pese a que hay datos contundentes mencionados por el presidente: Odebrecht realizó 62 pagos por la suma de 55 millones de dólares, de ellos 39.5 millones de dólares para sobornos por la construcción de Punta Catalina.
Según Luis Abinader, por esa razón, el PLD no tiene autoridad moral para comenzar a criticar y denunciar al nuevo gobierno, porque ese partido y su gobierno “completaron la lista de todos los delitos penales”. El nuevo gobierno puede cometer errores, admitió, pero “no vamos a tolerar ningún acto de corrupción”.
El presidente no cree en el ciclo de persecución de la corrupción sin fundamentos, pero la empresa Odebrecht, que admitió pago de sobornos a troche y moche, tiene que irse por disposición del nuevo gobierno. Y hay la disposición de contratar abogados idóneas, capaces y honestos, para recuperar en nombre del Estado el patrimonio sustraído durante las administraciones del PLD.
El país está atravesando ahora por la situación económica más difícil en los últimos 60 años, y se hará un esfuerzo para dedicar más recursos a la salud, la educación, la seguridad ciudadana y la protección social.
El gobierno está realizando una reducción del gasto público eliminando entidades superfluas, como el Despacho de la Primera Dama, el Fonper, la OISOE, la CDEEE, Procomunidad, y ello ha representado un ahorro de 16 mil millones de pesos. Para dar el ejemplo y achicar el gasto público el presidente ha eliminado sus gastos de representación. Educación recibirá 195 mil millones de pesos para el 2021, Salud Pública 107 mil millones de pesos, lo mismo que Interior y Policía, que recibirá un aumento sustancial para aumentar a 300 dólares los salarios de los agentes de seguridad pública. Otros ministerios que recibirán aumentos serán Obras Públicas, de la Mujer y Educación Superior.
Con las decisiones de control del gasto el gobierno ha logrado ahorros superiores a los 19 mil millones pesos, y para evitar una reforma fiscal, el gobierno llegó a acuerdos con los bancos privados y la empresa minera Barrick Pueblo Viejo, para recibir adelantos de los beneficios de esa última empresa y evitar tocar los bolsillos de l=os ciudadanos y las empresas.
Lo dicho por el presidente Luis Abinader es que retirará todos los nuevos impuestos que se incluyeron en el presupuesto del 2021, sin obviar que para entonces habrá que discutir opciones que permitan al Estado realizar las labores de redistribución y justicia social, por vía del presupuesto, que corresponde.
El presidente Luis Abinader ha dado un buen mensaje al país. El gobierno ha realizado un gran esfuerzo, por demás inteligente y transparente, para que podamos organizarnos, apretarnos los cinturones y afrontar los desafíos que tenemos por delante. Que nadie piense que estaremos saliendo indemnes de esta crisis.