Este lunes se inicia oficialmente la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por invitación de las autoridades nacionales.

Los miembros del organismo interamericano vienen a observar en el terreno lo relacionado con la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, y en particular a dialogar con los descendientes de haitianos, despojados de su nacionalidad por decisión del alto tribunal dominicano.

Tenemos que demostrar nuestro apego a las leyes, a las disposiciones vinculantes con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la OEA, y por supuesto que somos un país de personas decentes y democráticas.

El interés es que los miembros de la CIDH recorran el país, se reúnan con las personas que deseen hacerlo, observen los lugares que les interese y elaboren un documento en el que la mayor parte de la sociedad se sienta representada, porque se corresponda con el sentimiento democrático, jurídico y de justicia que anima a ese órgano supra nacional.

El país debe rechazar las voces agoreras que auspician el rechazo a los miembros de la Comisión, o que aupan manifestaciones de odio, con calificativos de injerencistas y otras tantas abjetivaciones improcedentes.

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