Miles de personas se concentraron ayer domingo en la Plaza España para ser parte del espectáculo artístico Voces Amarillas por una Educación Digna, en reclamo de que el gobierno cumpla la ley y asigne el 4% del producto Interno Bruto al sector educativo, como manda la ley y como ratificó la Constitución proclamada el 26 de enero del pasado año.

Numerosos artistas de todos los géneros, incluyendo personalidades de los medios de comunicación, se dieron cita en la enorme plaza para presenciar el espectáculo. La gente aprovechó para vestirse de amarillo, que es ya el color simbólico del reclamo del 4% del PIB para la educación. Era sorprendente darse cuenta de que allí estaba la juventud dominicana representada en ese sentimiento nacional, que es ya colectivo y que ha resultado imparable.

Familias completas se hicieron presentes. Y pese al sol y la lluvia, todo el mundo se quedó en el reclamo y disfrutando civilizadamente de un encuentro cultural y cívico. Las autoridades deben poner atención a este reclamo, pues no se trata de una exigencia efímera, que se diluye en el tiempo. Lo que ha ocurrido con este reclamo es que ha crecido en el tiempo, y pese a ello las autoridades han sido indiferentes. Han dado la espalda a lo que pide la sociedad dominicana. La educación es lo que debe salvar al país.

Hay felicitar a los organizadores de Voces Amarillas por una educación digna. Desde antes del encuentro demostraron la capacidad y calidad para organizar un encuentro masivo. La promoción fue efectiva, cargada de contenido y bien concebida. Y la organización manejando a miles de personas no pudo ser mejor. Todo el mundo pudo disfrutar libremente de un encuentro social, artístico, de un reclamo justo, sin estridencias, sin forcejeos y con la mayor educación que el tema impone.

Los organizadores no son responsables de las expresiones descompuestas de algunos de los artistas. Cada quien carga con su propia responsabilidad por lo que dijo. Todo fue en orden. Y espectáculo como este deben repetirse, por la educación y por muchas otras causas que son también necesarias y urgentes para el país y para que las autoridades no ignoren en reclamo de lo que la sociedad quiere.