La notoriedad pública es inherente al funcionario gubernamental. Una vez se entra en la carrera política y se asciende a cargos importantes, por elección o designación, la persona pasa a ser pública. Por consiguiente debe medir las consecuencias de sus actos, ya que no solo expone su nombre y el de su familia, ya representa al Estado y a su gobierno.
No debe sorprenderse la persona servidor/a en cargo público porque se le indague, se le exija explicación de su labor o de aquello que no esté lo suficientemente claro en la institución que administra.
Por ejemplo, la ministra de la Juventud, Kimberley Taveras, ha sido la persona pública de mayor notoriedad desde la noche del sábado. Un reportaje y una entrevista de la periodista Nuria Piera han expuesto a la joven funcionaria, que no ha quedado bien parada ante la ciudadanía.
Mal harían quienes de entrada la descalifiquen o aquellos que, en defensa de la funcionaria, traten de justificar lo injustificable o se valgan del insulto contra Nuria Piera
Ahora la ministra Taveras es repudiada por una parte importante de su propio partido, el PRM, y ha servido para que la oposición se cebe contra su gestión y contra su gobierno.
Gente del PRM la critica porque la ministra le estaría brindando municiones al PLD, principal partido de oposición, que ya anunció que se defenderá de las graves acusaciones vertidas en su contra por el presidente Luis Abinader, que lo acusó de instalar un sistema de corrupción.
Corresponde ahora que la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEG), que dirige la doctora Milagros Ortiz Bosch, pida a la ministra de la Juventud explicaciones detalladas y claras. Y en los procesos de compras y contratos, que se resaltaron en el reportaje de Nuria Piera, la bola estaría en la cancha de la Dirección General de Compras y Contrataciones, que dirige el abogado Carlos Pimentel.
No estamos condenando de antemano a la ministra de la Juventud, Kimberley Taveras. Y mal harían quienes de entrada la descalifiquen o aquellos que, en defensa de la funcionaria, traten de justificar lo injustificable o se valgan del insulto contra Nuria Piera.
Solo hacemos un llamado de atención. Porque lo menos que necesita la Presidencia de la República es cargar como suyos errores de sus funcionarios, no importa la responsabilidad pública que éstos ejerzan.
Luto y tragedia en las últimas horas
El accidente en que fallecieron cinco empleados, y un agente de seguridad, del Departamento Aeroportuario es doloroso y Motiva a la total solidaridad de la ciudadanía con los familiares de los funcionarios fallecidos.
Los funcionarios regresaban de Puerto Plata, a donde acudieron a juramentar la delegación de la dependencia en la que laboraban en el Aeropuerto Gregorio Luperón, de Puerto Plata. En la zona de Pontón, La Vega, el vehículo en que viajaban, en horas de la noche, se deslizó por un puente y casi todos los ocupantes fallecieron.
El Departamento Aeroportuario está de luto. El presidente Luis Abinader ha enviado un mensaje de aliento en este triste momento a la institución y a los familiares de las víctimas. Los fallecidos fueron José Domingo Torres, director de Comunicaciones; Cristian Eduardo Victoria Contreras, Director de Tecnología; Luis Jaineiris Féliz Féliz, asistente del director; Rafael Palm, conductor, y el cabo de la Fuerza Aérea, Harler Fernando Lantigua Hidalgo.
Este domingo, en horas de la tarde, se anunció el fallecimiento de la doctora Ivelisse Prats de Pérez, una mujer extraordinaria, del mundo de la academia y de la política. Su historial como política, maestra, funcionaria, educadora es destacadísimo, y debe servir de ejemplo a quienes desde la juventud se inician en la política o ya están en ella. Ivelisse fue un roble imposible de doblar, en sus convicciones, honestidad y templanza, por más fuerte que fueran los vientos en su contra, y los ataques, que los tuvo cuando fue Secretaria de Educación. La Iglesia Católica la atacó como jamás había atacado a ningún funcionario público, pero Ivelisse siguió siendo la misma valiente luchadora por la libertad. Le hicieron cambiar el lema de su campaña de alfabetización, que en vez de libertad dijera "construir", pero siguió siendo la misma persona, con las mismas convicciones. De "Alfabetizar es liberar", se cambió a "Alfabetizar es construir". Pablo Freire, viejo maestro de la libertad siempre estuvo presente en el pensamiento y obra de doña Ivelisse Prats de Pérez. Paz a su alma, que sea siempre recordada como el ejemplo que fue toda su vida.
El viernes en la tarde también nos invadió el luto con el fallecimiento de doña Gracita Barinas, de San Cristóbal, una mujer que construyó política, social y culturalmente una parte de la San Cristóbal de hoy. Y que estimuló lo mejor de la juventud, y que cedió su casa para todas las actividades de creatividad, formación y conspiraciones políticas, en los más difíciles años de lucha por las libertades públicas. Doña Gracita tenía 106 años al momento de su fallecimiento. Paz a su alma y que se mantenga en el recuerdo de los que la conocimos y disfrutamos de su amistad y aprecio.