La empresa automotriz alemana Volkswagen llegó a un acuerdo con las autoridades de los Estados Unidos para desembolsar la suma de 15.000 millones de dólares, a las autoridades y a los usuarios de vehículos de esa marca, quienes resultaron engañados al comprar vehículos con motores trucados y que emitían más óxido de nitrógeno que el permitido. El trucaje de los motores era para ocultar la cantidad de óxido de nitrógeno.
Incluso, este fin de semana, Estados Unidos apresó a un ejecutivo de la empresa Volkswagen, vinculado con el engaño a los más de 500 mil adquirentes de vehículos. La ley de está cumpliendo y los responsables de la estafa estarán pagando las multas.
La empresa brasileña Embraer fue investigada por Estados Unidos, por vender 8 aviones Tucano a la República Dominicana, pagando una coima a funcionarios dominicanos, con lo cual se perjudicó a la competencia que bien pudo proporcionar naves en mejores condiciones y de mayor calidad que las compradas finalmente por el Estado. El gobierno pagó 92 millones de dólares por las aeronaves, y el pago de soborno fue comprobado y confesado por la empresa a las autoridades de los Estados Unidos.
La empresa Embrear se comprometió a pagar una multa de 107 millones de dólares al Departamento de Justicia por prácticas ilegales, y también firmó un acuerdo para pagar 97 millones de dólares a la Comisión de Valores, como devolución de ganancias obtenidas por prácticas ilegales.
Recientemente el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció un acuerdo con la empresa Odebrecht, para recibir 2,600 millones de dólares en un periodo de 23 años, y que serían repartidos entre Estados Unidos, Brasil y Suiza, por prácticas ilegales de esta empresa y que fueron reconocidas por los principales ejecutivos, principalmente su ex CEO, Marcelo Odebrecht.
A lo largo de la historia son muchos los acuerdos a los que han llegado las autoridades norteamericanas para recibir enormes cantidades de dinero por irregularidades de empresas, daños al medio ambiente, corrupción o entrega de servicios deficientes a los usuarios. Siempre Estados Unidos recibe compensaciones económicas y las empresas acojan las multas o acuerdan montos a pagar por sus faltas.
Desde que se inició el proceso conocido como Lava Jato en Brasil, se pensaba que Estados Unidos no estaba involucrado en la investigación del juez de Curitiba Sergio Moro, y que sus investigaciones y procesos iban encaminados como una iniciativa exclusiva de la justicia brasileña. Pero no, Estados Unidos estaba involucrado, y andaba detrás de una compensación por corrupción. Fue precisamente el Departamento de Justicia de Estados Unidos el que anunció los acuerdos con Odebrecht, y no la justicia de Brasil.
En ese acuerdo es que se revela el dato de que la empresa constructora de Brasil distribuyó propinas o sobornos por 788 millones de dólares en un periodo de 13 años, en 12 países del mundo. En esas propinas se incluyó a funcionarios o intermediarios de la República Dominicana.
Las derivaciones de ese acuerdo han influenciado otros acuerdos que están en marcha en países de América Latina, como Ecuador, Perú, Colombia, Panamá o República Dominicana.
Las exigencias que se hacen a Brasil, Estados Unidos y a la propia empresa Odebrecht es que se revelen los datos de quiénes fueron los que recibieron los fondos de los sobornos. En el caso dominicano se habla de 92 millones de dólares. Hay quienes han pedido paralizar todos los contratos con la firma. Otros piden solicitar compensaciones, otros han dicho que la empresa debe devolver el dinero que recibió de más.
El gobierno dominicano oficialmente dejó abierta una investigación. El Procurador Jean Alain Rodriguez ha dicho que está recabando datos. La empresa Odebrecht ha dicho estar dispuesta a colaborar con las autoridades dominicanas. La indignación es colectiva, y como parte de ella se ha convocado a una marcha para reclamar el cese de la impunidad. La gente quiere saber quiénes fueron los que recibieron esos 92 millones de dólares.
¿Y qué tal si aprendemos de la experiencia de los Estados Unidos? Quien siempre cobra, por ser potencia y por contar con mecanismos de sanción eficientes y bien documentados. Una forma sería averiguar cuál es la mejor forma de recibir el retorno de los fondos que se perdieron, detener definitivamente ese esquema, y evitar que a partir de ahora nadie, absolutamente nadie, pueda salirse con la suya con los contratos públicos.