Antonio Taveras Guzmán decidió dar el paso al frente y entregarse a la actividad política y electoral. Hasta hace unas cuantas semanas fue el presidente de la Asociación de Empresas e Industrias de Herrera. Son pocos los que se han atrevido a dar ese paso, y menos los que han tenido éxito. La política es muy diferente a la labor empresarial.

Taveras Guzmán decidió salir al frente y combatir abiertamente al presidente Danilo Medina. El entiende que el presidente buscará la reelección y por eso sustenta su promoción en el rechazo tenaz a la posibilidad de que el presidente rompa su compromiso de no hacerlo. Si el presidente decidiera mantener su pacto, de no reelección, Taveras Guzmán no dejaría la actividad política. Cambiaría rápidamente de consigna. Por eso es arriesgado apostar con el lanzamiento de una campaña presidencial a una posibilidad que está en veremos.

Con la actividad política electoral el empresario Taveras Guzmán sabrá que una cosa muy distinta es ser empresario, como es su caso hasta ahora, y otra bien distinta es la búsqueda de la presidencia de la República. Es muy probable que en política dos más dos no sean cuatro. La lógica es otra muy diferente a la rentabilidad económica.

Taveras Guzmán sabrá que el trabajo comienza en la madrugada y concluye, sin descanso en la siguiente madrugada, para comenzar de nuevo. Y tendrá que darse a conocer, y fundamentalmente divulgar sus ideas y lograr que la gente asocie su imagen con sus ideas. Ese proceso se llevará algún tiempo y requerirá de muchos militantes sumándose cada día a su proyecto. Del mismo modo que necesitará de mucho dinero, y que probablemente todo cuanto haya acumulado en su labor empresarial no será suficiente para satisfacer las necesidades de los seguidores que consiga en el camino.

Ya lo hicieron, a la sombra de Joaquín Balaguer, Jacinto Peynado y Carlos Morales Troncoso, y no pasaron de la vicepresidencia de la República, y cuando llegaron a ser candidatos por el reformismo no pasaron del 14 por ciento. Es muy difícil que la sociedad dominicana asuma a un empresario, con tradición gremial y joven, como potencial presidente de la República. Quienes lo intentaron quebraron sus negocios y perdieron su tranquilidad y confort familiar.

Esperamos que no sea este el caso de Antonio Taveras Guzmán. Miguel Vargas Maldonado se sumó como empresario al doctor Peña Gómez y ha tenido el éxito de heredar un PRD disminuido en sus manos y convertido en una bisagra del poder. Pocas veces política y negocios se han vinculado en el país para conseguir éxito. Grandes decepciones sí las ha habido. Algunas improvisaciones como las de Nicolás Vargas, con Jacobo Majluta, o José Francisco Hernández, con Juan Bosch, tampoco han sido duraderas.

El discurso del señor Antonio Taveras Guzmán luce firme contra el presidente Danilo Medina. Pocas veces un empresario es tan radical contra un presidente de la República. Eso quiere decir que está bien convencido de lo que se propone hacer, y que ha analizado con detalles los riesgos de ese discurso. Hasta los más cautelosos políticos miden sus palabras cuando se trata de atacar al que está en el poder.

Taveras Guzmán va contra Danilo Medina, directamente. Sin atenuantes ni matices. ¿Y si Danilo no se presenta?

Estas son las palabras de presentación de la propuesta del empresario Taveras Guzmán, aún sin un partido político reconocido:

“El pueblo ha despertado y se movilizará en las calles de todo el país contra el actual régimen de corrupción e impunidad. Somos millones los que pensamos y sentimos lo mismo. Estamos listos para decirle a Danilo Medina y todos sus socios No a la reelección, porque la reelección significa la continuidad del robo, la delincuencia, la inseguridad y el miedo a caminar libremente por nuestras calles y espacios públicos”.

Celebramos la presencia en la política del señor Taveras Guzmán, y nos interesa que sea por mucho tiempo y que tenga éxito en su proyecto. Que no sea efímero.