Grupos de bandoleros y criminales, arropados con la bandera del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y bajo la sombra del aparente apoyo y planificación del líder de ese grupo, doctor Leonel Fernández, se ensañaron vilmente contra cuatro reporteros de Acento.com.do y de otros medios, que fueron enviados a cubrir las incidencias de la entrevista con el ex presidente de la República, pautada y anunciada por un grupo de empresarios.
Obviamente, toda la agresión pareció planeada contra reporteros que fueron a realizar un trabajo y a ofrecer un servicio a la ciudadanía. Los agresores llegaron antes que los periodistas, tomaron posiciones estratégicas en los alrededores de las avenidas Tiradentes y Gustavo Mejía Ricart, donde se encuentra el Hotel Sun Gallery, propiedad de Diandino Peña, y donde se esperaba adicionalmente una parada cívica de protesta contra el ex presidente anunciada por las redes sociales.
Quizás advertidos por los acontecimientos de Nueva York, del mes pasado, y ubicados en un terreno donde la libertad de prensa puede ser cercenada impunemente, incluso con apoyo de la Policía Nacional, los adláteres de Leonel Fernández se cebaron contra los reporteros de ACENTO.COM.DO y de otros medios. Contra los reporteros de ACENTO.COM.DO los agresores actuaron con saña y odio, a patadas, trompadas, empujones, persecuciones y despojo de los equipos de trabajo, propiedad de la empresa periodística. Además, les robaron pertenencias y documentos personales a Juan Camilo Cortés y a Esteban Morales.
Una barbaridad como la cometida por los vándalos no puede ser obra de Leonel Fernández. No estamos dispuestos a admitir que el ex presidente, maestro de generaciones de periodistas, conocedor de las implicaciones que tienen los atropellos a los medios de comunicación, pudiera aprobar una agresión como la que allí se produjo, incluso utilizando su nombre.
No sólo contra los periodistas, sino contra una dema, a la cual golpearon, robaron su cartera, empujaron, manosearon y le arrebataron de forma abusiva y violenta un letrero de protesta. (¿Qué dirá el Ministerio de la Mujer, que dirigige doña Alejandrina Germán?)
Entre los delincuentes convocados para expresarse a favor de Leonel Fernández y para agredir a los periodistas, y demás ciudadanos que acudieran a exponer sus quejas o rechazos, los hubo que llevaron bates de béisbol, palos de peleas callejeras y otros objetos para agredir a los que protestaran. Lo que hicieron fue utilizar esos objetos contra los periodistas.
El periodista Franklin Guerrero, de NCDN y Nuria-Investigación periodística, ha narrado con lujo de detalles cómo los delincuentes que actuaban como líderes de los pandilleros los dirigían contra una u otra persona.
No sólo contra los periodistas, sino contra una dama, a la cual golpearon, robaron su cartera, empujaron, manosearon y le arrebataron de forma abusiva y violenta un letrero de protesta. (¿Qué dirá el Ministerio de la Mujer, que dirige doña Alejandrina Germán?)
También los vídeos y fotografías publicados por Noticias SIN, NCDN, 7días.com.do, Diario Libre, El Día y Hoy, son evidencias que bien podrían utilizar las autoridades para investigar y dar con los responsales de esta salvajada.
En particular los reporteros de Acento, Samuel Tapia, Juan Camilo Cortés, Esteban Morales, Carmen Suárez y Pablo Emilio Crispín, recibieron todo tipo de agresiones. Los agredieron físicamente frente a los agentes policiales que allí estaban apostados. Y lo más grave, la Policía Nacional se hizo la desentendida, toleró y aprobó las agresiones, los golpes, el despojo de los equipos, y los agresores se pasearon por las vías, frente a los policías, sin recibir siquiera un llamado de atención.
Y para colmo, cuando hubo que llevar a un destacamento policial a alguien, fue a dos reporteros de Acento, los más golpeados, quienes fueron tratados como detenidos, luego de recibir una golpiza irresponsable de parte de los seguidores del doctor Leonel Fernández.
Si estos individuos, si los líderes que siguen a Leonel Fernández, e incluso si el propio ex presidente querían dar un ejemplo a alguien, no tenían que hacerlo con los periodistas, y ni siquiera con sus adversarios, ciudadanos que fueron allí a protestar. Los periodistas, los reporteros, tratan de llevar las incidencias de lo que ocurre. Esos reporteros no son los responsables de la línea informativa o editorial del medio para el que laboran, en caso de que hubiese algún resquemor por la línea editorial e informativa de Acento, por ejemplo.
Pero otros reporteros fueron agredidos, además de los de Acento. Periodistas y equipos de Telesistema, AN7 (Willy Jiménez) Teleantillas, Diario Libre (Nehemías Albino, fotoreportero), Franklin Guerrero, fotoreportero de Nuria Investigación Periodística, y personas propietarias de blog digitales que acudieron allí también fueron impedidos de ejercer su libertad.
No es posible que la Policía Nacional se hiciera cómplice de la salvajada que allí se cometió en nombre de Leonel Fernández. Tampoco es posible que el grupo de empresarios que patrocinó la entrevista se sienta complacido por el atropello, porque hoy la agresión es a los medios y mañana será realidad el ruido de sables contra los empresarios que se quejen.
Tenemos la esperanza de que estos actos violentos se detengan, en especial que no tengan como objetivo a los reporteros. La propia imagen del líder se ve comprometida con estos actos. Es probable que Leonel Fernández ni siquiera se de por enterado de lo ocurrido, y que estos atentados a la libertad de expresión y del ejercicio de los medios sigan ocurriendo, como si tuvieran su consentimiento.
Acento anuncia que no dejará pasar la oportunidad de reclamar justicia. Iremos a los tribunales contra los responsables de agredir a los reporteros Juan Camilo Cortés, Esteban Morales, Carmen Suárez, Samuel Tapia y Pablo Emilio Crispín.
Tenemos las imágenes de los agresores, sus rostros, sus bates y las grabaciones que se hicieron cuando despojaban de sus equipos al personal de Acento. Esas imágenes las tenemos e irán a la justicia, en caso de que la Policía Nacional se niegue a buscar a esos delincuentes y criminales. Y exigiremos una reparación económica por el robo de los equipos. Tres cámaras fueron robadas, otra resultó semidestruida, y las carteras, teléfonos y objetos personales, incluyendo llaves y dinero, les fueron robados a nuestro personal. Uno resultó con un dedo roto, y la jefa de fotografía de Acento, Carmen Suárez, fue insultada impunemente por algunos de los bandidos.
Quieres en realidad actuaron en contra del acto empresarial, en que se entrevistaba a Leonel Fernández, fueron sus seguidores, que se comportaron como un verdadero grupo de salvajes y abusadores. Agredieron muchos contra uno o dos reporteros, como puede verse en las imágenes. Y huyeron como gallinas luego de robarse los equipos.
Queremos justicia. Reclamaremos justicia. Si es que eso existe en este país.