La muerte de Emilio José Brea García, arquitecto y colaborador desde la fundación de este diario, nos ha golpeado con fuerza.

Su partida es una pérdida lamentable para la arquitectura y para la sociedad dominicana.

Hemos acompañado a su familia en las exequias fúnebres. Aquí, en estas líneas queremos dejar testimonio de nuestro reconocimiento y valoración de Emilio José Brea García, quien siempre estaba pendiente de lo que hacíamos en Acento.com.do.

Desde que iniciamos Acento el 16 de febrero del 2011, teníamos con nosotros la presencia, el apoyo y los artículos de Emilio José Brea García. Su primer artículo para Acento lo remitió el 27 de enero del 2011, y de inmediato fue insertado entre los colaboradores. Hasta el 4 de julio del 2014 pasado, cuando publicamos su última columna.

Venía desde Clave Digital, como articulista de ese medio. Era y siguió siendo uno de los arquitectos impulsores de ideas renovadoras en su área, pero al mismo tiempo reconocedor y defensor de la identidad arquitectónica del pasado, la cual defendía en todas las formas posibles. Fue quien desarrolló el Fuerte Café San Gil, en el malecón, respetando la construcción original de varios siglos atrás.

Peleaba, debatía, preguntaba, investigaba, exponía y nunca descansaba en proponer proyectos, en idear iniciativas para una mejor convivencia de la gente con la ciudad.

El entorno urbano, lo práctico con lo orgánico, lo respetuoso ambientalmente con lo moderno eran muchas de sus preocupaciones.

Su columna en Acento.com.do, que él quiso llamar “La columna estriada”, siempre la mantuvo actualizada y era un crítico por vocación, siempre en procura de la búsqueda de la armonía y la justicia.

Cuando le pedimos a Emilio José Brea García que nos escribiera un párrafo definiéndose a sí mismo, que acompañaría todos sus artículos, él nos envió el siguiente y brevísimo texto:

“Francomacorisano, arquitecto, inconforme pero agradecido de la vida, crítico polemista de su profesión…”.

Emilio José Brea García falleció el pasado jueves, luego de sufrir –no sin espantos- los rigores de las deficiencias cardíacas que le llevaron al quirófano, y otras afecciones oportunistas, que al final le provocaron el deceso.

Queremos reconocer en Emilio José Brea al gran arquitecto que fue, al impulsor de una visión integracionista entre el ciudadano y su entorno arquitectónico, al creador de proyectos, el promotor de iniciativas culturales y al polemista de toda la vida. Todo debe ser sometido a discusión, a debate, y que surja de ahí una conclusión, que siempre será mejor que las ideas iniciales. Ese era su lema y fue lo que dejó escrito en su Columna estriada en Acento.com.do.

De paso, queremos solidarizarnos con la propuesta del periodista José Rafael Sosa, de que su obra sea recopilada y publicada. Aquí damos la lista de los artículos suyos en Acento.

Sosa escribió

Su vida es su pensamiento

El mejor homenaje a este hombre es editar en un libro su pensamiento expresado en una selección de sus mejores artículos, ponencias y ensayos sobre arquitectura. Emilio José tenía en carpeta ese libro con sus trabajos.  Habíamos conversado sobre su edición. Ese material no debe quedar en los archivos digitales de una computadora.

Emilio José Brea vive por su palabra que permanece. Y esa palabra debe darse a conocer, por los medios impresos y digitales disponibles.

Solo con editar ese libro, se tendrá una idea integral del ser cuya vida ahora festejamos, al tono de su partida. Editemos ese libro. De seguro que aparecerán auspiciadores para este proyecto.

Vea una de las últimas entrevistas grabadas de Emilio José Brea, en una de las visitas que realizó a Acento, ya enfermo