La muerte de Franklin Franco Pichardo enluta a los sectores progresistas de la República Dominicana de forma muy directa. El fallecimiento del intelectual e historiador es una desgracia para el país, pero muy especialmente para quienes han trabajado por el fortalecimiento del sistema democrático y por una mejor distribución de los ingresos nacionales.
No solamente fue profesor universitario, autor de varias investigaciones, intelectual e historiador preocupado por el país, con posiciones políticas muy claras, pero siempre con una postura que fue indeclinable> al lado de las causas democráticas, con posición firme, sin dobleces, y con una humildad a toda prueba.
El autor de libro “Los negros, los mulatos y la nación dominicana”, Franklin Franco Pichardo, fue el responsable del proyecto de enciclopedia dominicana, exitoso y un gran aporte bibliográfico en una época en que ese tipo de grandes proyectos era relevante. Fue director de Econolibro, una empresa cultural de gran impacto, y al mismo tiempo fue presidente de la Unión Patriota, entidad de la que fue candidato presidencial.
Pero Franklin Franco Pichardo no era un político clientelista, ni anidaba esperanzas de hacer política al estilo tradicional, dando migajas y prometiendo el cielo para luego justificar su incumplimiento. Fue un político de izquierda con una gran serenidad, responsabilidad y claridad del papel que le tocaba jugar en este tiempo.
Fue un hombre humilde, discreto, trabajador, firme, que se fue de pronto, de repente, como ha dicho el poeta Tomás Castro, que le escribió un poema al conocer el sábado la noticia de su partida.
Tomás Castro dice: Pocas horas antes de morir de un infarto fulminante, Franklin Franco me envió, quizás su última página, un prólogo para el libro inédito El gran poder del amor, de Carmen Romero, autora a quien él me recomendó para la edición de esa obra. Antes de encender la computadora para el chequeo de los correos electrónicos, suena el teléfono dándome la noticia de la muerte de este buen historiador y dominicano ejemplar.
Él siempre disfrutó la poesía. He escrito unos versos para este amigo.
POEMA FRANCO
A la memoria del historiador Franklin Franco.
Franklin
después
de tanto dialogar
con la historia
nos deja
su enorme
franco.
Era bueno
en la página
también
mientras escuchaba
con esa sonrisa
sabihonda
que hablaba por él
Es duro palpar
que nomás ayer
nos envió
el último prólogo
y lo guardamos
para leerlo hoy
cuando resuena
su muerte.
Era uno
de los padres
de nuestra historia
enarbolada
desde aquel abril
hecho patria
en manos de Francis
y de otros tantos.
Duele saber
que se va
solo en carne
justo en el alba
se nos escapa
como siempre
sin hacer
un poco ruido
a corazón
abierto
va repartiendo
latidos
vitales
se marcha
sin que las calles
de la ciudad
sospechen
su final
pero sobrevive
en el mejor papel
el de escribir
su propia historia
de hombre limpio
a prueba de velos
de pequeñeces
por eso sin cuentos
se eleva
perpetuamente
creciendo
en este suelo
que abonó con amor
exaltándole
desde su sueño
desde su prole
desde sus libros.
Ojalá que
la enciclopedia
escrita
con su ejemplo
se siga llenando
con la estatura
de seres
tan humanos
como él.
Tomás Castro Burdiez