La designación del arquitecto Andrés Navarro como Ministro de Relaciones Exteriores ha creado comentarios muy diversos. En todas partes se habla de los cambios introducidos por el presidente Danilo Medina, y la comidilla es que se haya designado a un joven político sin experiencia en el mundo de las relaciones exteriores, la política internacional o en el intelectualismo discursivo.

Se le buscan todas las explicaciones, y la gente no se cansa de buscarle vueltas y vueltas a lo que desea Danilo Medina con esa designación.

Las primeras declaraciones de Andrés Navarro, en el sentido de que sabía que iría a una posición, pero nunca al Ministerio de Relaciones Exteriores, también han dado para el cuchicheo. O su humilde reconocimiento de que tratará de aprender rápido, tanto como le sea posible, en una posición que demanda energía, conocimientos, actividad, talante, organización y destreza.

Las críticas que se han hecho a la designación es que Andrés no sabe de política exterior, que no pasó por la escuela diplomática que tiene la propia Cancillería y que República Dominicana necesitaba una persona de experiencia, no un improvisado.

Acento quiere opinar sobre el tema. Nos parece una excelente designación. Andrés Navarro es un joven con gran potencial y con capacidad para tomar ese ministerio y resolver las tareas que haya que resolver. Es talentoso, es humilde, reconoce que necesita aprender, no está solo sino rodeado de un equipo. Es joven y tiene vocación, es honesto y se le reconoce como alguien con formación humana integral, con transparencia y deseos de hacer las cosas bien, es de la confianza del presidente Danilo Medina. ¿Se quiere más de ahí para un Ministro de Relaciones Exteriores?

Carlos Morales Troncoso fue ministro de Relaciones Exteriores durante 10 años, fue embajador en Washington, fue vicepresidente de la República, fue presidente del CEA, está acostumbrado a codearse con los ricos y tiene tradición de ser un hombre con capital económico y social ¿Eso lo hace mejor que Andrés, como ministro para la República Dominicana? Creemos que no.

El país, y la política, debe abandonar el afán trujillista de que la gente debe tener experiencia para ocupar cargos en la administración pública. Balaguer designaba médicos como directores de impuestos y designaba improvisados, traídos de cualquier otro país como ministro de Salud Pública. Trujillo mismo designó senadores y diputados jóvenes cuando quiso presentarse como un demócrata.

Entendemos que las jóvenes generaciones tienen el derecho y deben tener la oportunidad de ocupar posiciones relevantes. Es el primer miembro del PLD que ocupa el Ministerio de Relaciones Exteriores en 14 años de gobierno de ese partido. Con el renunciante ministro, ya enfermo, carecíamos de un ministro. Había muchos aspirantes, pero la decisión era del presidente Danilo Medina y él fue quien la tomó.

Nadie puede cuestionar el potencial de Andrés Navarro. Recordemos que Fidel Castro, en un momento crítico de su gobierno designó al joven Roberto Robaina como ministro de Relaciones Exteriores, con apenas 25 años.

Danilo Medina necesitaba un ministro de Relaciones Exteriores de su confianza. Estamos seguros que al tiempo de atender los asuntos internacionales de relevancia, Andrés Navarro se dedicará a trabajar para adecentar internamente el ministerio a su cargo. Hace falta que se dedique a ello, y si lo hace y tiene éxito el país tendrá que agradecerle y reconocerle ese aporte.

Andrés Navarro tiene en sus manos una extraordinario oportunidad para demostrar su valor, su audacia, su capacidad de aprender y aplicarse en una tarea que es atractiva pero desafiante. Esperamos que no se deje envolver por la burocracia y que no pierda mucho tiempo en asuntos protocolares. Que le eche mano a su tarea inmediata y que demuestre que los jóvenes como él tienen la oportunidad de ejercer funciones delicadas. Confiamos en Andrés Navarro.