Fidel Santana, diputado del Frente Amplio y al mismo tiempo presidente de esa agrupación política, ha denunciado que representantes del gobierno dominicano están “tentando” a legisladores de la oposición haciéndoles “ofertas que van desde los 35 millones de pesos, un apartamento de lujo, vehículos del año y otras prebendas”.
El propósito de esas ofertas es conseguir la aprobación de una nueva modificación de la Constitución de la República, para que el presidente Danilo Medina pueda postularse nuevamente a la reelección presidencial. El ruido que estas denuncias generan, y el activismo de los representantes del gobierno ante los legisladores, provoca una atención muy particular sobre los legisladores y la moralidad con que los mismos se desenvuelven.
Fidel Santana ha dicho, entre otras cosas, lo siguiente:
“Créame que si se lo estoy diciendo no es porque lo he soñado, eso anda moviéndose en el Congreso de la República. Hay dirigente del PLD que han denunciado esto públicamente, estamos hablando de 35 millones de pesos en certificados de depósitos en bancos, eso lo ha denunciado gente propia del PLD”.
Una denuncia como esta no puede quedar en el vacío. Fidel Santana debe ser llamado y debería ofrecer detalles que ayuden a las autoridades del Ministerio Público a poner fin a este tipo de actividad delincuencial y contraria al comportamiento de las autoridades del gobierno.
Los funcionarios implicados en estas denuncias, que pudieran tener nombre y apellido, también debían ser llamados. Los dirigentes del PLD que también han hecho denuncias sobre estas irregularidades, igualmente debían entregar datos adicionales. ¿De dónde estarían saliendo los 35 millones de pesos en oferta a cada legislador? ¿De dónde sale el dinero para la compra de los apartamentos de lujo? ¿El dinero de los vehículos que se estarían ofreciendo, quiénes lo aportan?
La idea es que seamos un país civilizado, y democrático, y transparente. Y que las políticas de soborno queden en el pasado y nunca en un congreso que se entiende merece algo de respeto.