Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), citados este miércoles en el encuentro internacional Espectro alcohólico fetal, resaltan que la República Dominicana ocupa el tercer lugar en América en consumo de bebidas alcohólicas por parte de mujeres embarazadas.
Este dato unido al creciente problema de tabaquismo en personas cada día más jóvenes, debe de mover a la acción de las autoridades para desplegar programas de educación y prevención.
El propio ministro de Salud dominicano, Rafael Sánchez Cárdenas, que partició en la citada actividad, consideró que es necesario fortalecer la campaña y las medidas regulatorias para evitar que la mujer embarazada consuma alcohol y sobre todo en el primer trimestre que es el más importante de su gestación.
Acento editorializó ayer sobre la labor de los congresistas dominicanos y la inversión de tiempo y esfuerzos que desde el Senado y la Cámara de Diputados se dirigen hacia asuntos que no son los más importantes.
Pues bien, el consumo de alcohol sin control, sobre todo en los segmentos más jóvenes de la población, sí debe de ocupar la atención de nuestras autoridades, lo mismo que el consumo de tabaco, dos drogas legales pero que causan tanto daño como las no legalizadas. Y aunque el ministerio de Salud es la instancia rectora de los programas y políticas destinados la sanidad pública, no es menos cierto que cualquier iniciativa del Congreso Nacional que refuerce esa laboar será de mucho provecho.
Mientras tanto, vamos a tomarle la palabra al señor ministro de Salud, el doctor Sánchez Cárdenas, y a esperar que se trabaje con amplitud en la educación y concienciación para que la mujer embarazada no consuma alcohol, y tampoco tabaco.