No está oficialmente anunciado, pero varios medios han publicado la versión oficiosa de que la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, que se ha celebrado durante los últimos 50 años como Feria Nacional, esta vez no será realizada en el mes de abril, sino que ha sido pospuesta para realizarse entre el 20 de septiembre y el 2 de octubre, de este año. La versión no ha sido desmentida por el Ministerio de Cultura.
El 23 de abril es la fecha escogida por los dominicanos para celebrar la fiesta de los libros, que ha sido durante muchos años la más grande fiesta de la cultura en nuestro país. Hace algunos años, luego de la creación del Ministerio de Cultura, la Feria del Libro fue transformada en Internacional.
El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo.
El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, fue duramente atacado este año, por anunciar el otorgamiento del Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña, escogido por un jurado internacional e independiente que encabeza Sonia Henríquez, la única hija que sobrevive a Pedro Henríquez Ureña, y que correspondió al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Funcionarios del gobierno, incluyendo al Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y al vocero de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, criticaron con palabras muy duras el premio a Vargas Llosa. El laureado escritor escribió un mensaje de amistad y de aceptación del premio, diciendo que vendría a reencontrarse con los dominicanos, a quienes admira y aprecia, aparte de los amigos entrañables que tiene en el país.
La razón de la suspensión de la Feria Internacional del Libro es para evitar la entrega del premio Pedro Henriquez Ureña a Mario Vargas Llosa. Y evitar el escándalo que pretender armar los grupos neonacionalistas, que han hecho un expediente contra el gobierno por reconocer a Vargas Llosa. Ese miedo del gobierno no se entiende, ni debía ser aceptado.
Además de que es la fecha internacional de conmemorar el libro, y de que es una tradición en la República Dominicana, la Feria del Libro del 2016 sería la última de esta gestión de gobierno. ¿Por qué no hacerla ahora y dejarla a una nueva administración?
La justificación que estarían dando es que el Teatro Nacional no está remodelado. El recinto de la Feria no es el Teatro Nacional. Además, Vargas Llosa aceptó la invitación del gobierno, y otros reconocidos intelectuales vendrían al país precisamente a esta Feria y ya comprometieron sus agendas.
Hacer una Feria del Libro en septiembre del 2016 para volver a hacerla en abril del 2017 no tiene sentido.
Suspender la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo para que no se pueda entregar el premio Internacional Pedro Henriquez Ureña a Mario Vargas Llosa antes de las elecciones del 15 de mayo es un contrasentido. El gobierno no tiene razones para temer a los grupos ultranacionalistas, ni siquiera para temer que un reconocimiento a un Premio Nobel de Literatura pueda causarle problemas de carácter político al presidente y candidato, Danilo Medina.
Suspender la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo 2016 es ceder al chantaje y la extorsión política de la más baja naturaleza.