Por lo menos tres entidades reconocidas del sector financiero dominicano han sido víctimas de asaltos dentro o en las inmediaciones de centros comerciales de concurrencia masiva, en los últimos meses.
Quienes han actuado en esos asaltos y robos han utilizado la violencia para confundir, ahuyentar a las personas y perpetrar sus robos con mayor facilidad. En dos de esos robos a mano armada ha sido asesinado un vigilante, y otros dos han resultado heridos.
El comportamiento de los ladrones han sido despiadado y planificado. La compostura de los ladrones, como se pueden observar en los vídeos, es disciplinada y pareciera reflejar un comportamiento parecido al de los militares.
Las autoridades de la Policía Nacional identificaron y acusaron a un exoficial de Ejército Nacional, John Emilio Percival Matos, y a otro ciudadano, Brayan Peter Félix Paulino, de ser los organizadores y ejecutores del asalto al camión de valores en Bella Vista Mall, y donde para ejecutar al vigilante utilizaron un fusil M-16.
En el asalto al Centro de Negocios del Banco Popular en Plaza Lama los delincuentes utilizaron un fusil M-16, tipo A-4, de los mismos que utilizan las Unidades Tácticas de las Fuerzas Armadas Dominicanas y los miembros del Departamento de Operaciones Especiales de la Policía Nacional.
Pese a las acusaciones de la Policía y del Ministerio Público, a estas personas señaladas como responsables de los hechos de violencia citados, no se les ha apresado porque han podido evadir la persecución, o porque los perseguidores no han puesto mucho empeño en su apresamiento.
Hay similitudes en la conducta de los delincuentes que han actuado en Bella Vista, Plaza Lama y en Villa Mella, en donde un mensajero de la tienda La Sirena fue asaltado en el momento que haría un depósito en la sucursal del Banco BHD León. Hubo cuatro personas heridas, y el robo fue de un monto parecido al de las otras dos entidades.
En todos los casos se utilizaron armas de guerra, destinadas para ser utilizadas por militares, hubo disparos al aire para confundir y producir pánico, hubo heridos, en un caso un muerto, y una disciplina militar de los delincuentes, quienes lograron escapar con el botín que deseaban robar.
El comportamiento de estos delincuentes debe permitir a las autoridades prevenir nuevos actos delincuenciales y violentos. Estudiar su conducta y detectar sus fallos es una posibilidad. Incluso en el último robo se les nota con claridad el rostro, la estatura, el color de su piel. Hay muchas evidencias que pueden perfectamente ayudar a las autoridades a ponerle fin a este estado de terror al que han estado sometiendo a la sociedad dominicana.