En esta columna  es la tercera vez  en menos de dos años que tratamos el tema de los accidentes de tránsito. Y es que  ha alcanzado la dimensión de un gran problema nacional y tiene en la gerencia estatal su principal respuesta. El Gobierno ha iniciado una muy apropiada campaña para advertir, concientizar y educar sobre tan grave problema  y se puede considerar como un primer paso de avance ante tantas  vidas que se pierden y  se podrían perder.

En el día a día de cada ciudadana o ciudadano y la percepción que da esa cotidianidad, puede no entender del todo  porqué los accidentes de tránsito  se han constituido en tan grave problema. Y es que no todos y no siempre en las carreteras y calles del país vivimos u observamos accidentes automovilísticos. De ahí la importancia de las estadísticas. Las estadísticas nos ayudan a entender la dimensión de un problema aun no lo hallamos vivido u observado con frecuencia en lo personal. Y las estadísticas han estado diciendo que prácticamente somos el país en el mundo con más muertes por accidentes de tránsito. Aunque en el plano internacional es Niue que aparece en el primer lugar, pero se trata de un país de menos de 10 mil habitantes.

Remitiéndonos a la gerencia del Estado, lo primero que se necesita es un riguroso diagnóstico que utilizando distintos métodos concurrentes explique la situación, lo cual no está al margen de consultas desde especialistas nacionales e internacionales y hasta el más humilde ciudadano que pueden hacer aportes

Aunque se ha estado divulgando por varias vías,  es importante resaltar de qué se habla y las estadísticas lo dicen de forma muy precisa, veamos.

En el primer semestre de este año por causa de accidentes de tránsito murieron 1108 personas, 155 más que igual período del año pasado. Además están ocurriendo más de 2000 accidentes de tránsito  por semana. Lo anterior significa que aunque en muchos casos  personalmente no lo vemos o no nos enteramos, se trata de una gran tragedia nacional  y por lo tanto  a partir de esas estadísticas no es difícil comprender  por qué ocupamos tan nefasto lugar en el mundo.

Remitiéndonos a la gerencia del Estado, lo primero que se necesita es un riguroso diagnóstico que utilizando distintos métodos concurrentes explique la situación, lo cual no está al margen de consultas desde especialistas nacionales e internacionales y hasta el más humilde ciudadano que pueden hacer aportes a los distintos niveles y sobre todo presentar alternativas de solución.

Ante esa dramática situación que describen las estadísticas comentadas   la respuesta  ha de tener por base una verdadera  movilización nacional dirigida por las más altas autoridades del Estado   así como por  líderes de los distintos sectores sociales y económicos.

Los accidentes de tránsito constituyen un gran problema nacional y así debe de  ser asumido.