Se acerca el día 30 de mayo, fecha en que se conmemora este año el 50 aniversario del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo.
El acontecimiento es importante, porque a partir de ese ajusticiamiento comenzó la República Dominicana a abrir las puertas de la libertad y la democracia. Siempre se ha dicho, y un merengue lo popularizó, que el 30 de mayo es el día de la libertad para los dominicanos.
Fue el presidente de la República, Leonel Fernández, en su discurso del pasado 27 de febrero, quien primero evaluó los 50 años que han pasado después de la caída del dictador y el significado de esa acción política y patriótica de cercenar la cabeza del tirado. Leonel Fernández dijo que el país había avanzado mucho desde entonces, y mencionó muchos de los aspectos de ese progreso.
En los últimos días se realizan charlas, entrevistas, conferencias, se publican libros y se recuerda, de muchas formas, el 30 de mayo de 1961, cuando un grupo de valientes y patriotas tomó la decisión de buscar la libertad por medio de la eliminación de Trujillo.
No se trató de una acción personal y de retaliación de los héroes que emprendieron el plan, sino de una decisión política profundamente democrática, que buscaba lanzar un proyecto de nación diferente, con elecciones, y un proceso democrático sin ambiciones personales para los miembros del grupo de la conjura.
Era gente deseosa de un cambio radical en el régimen, y eso no era posible con Trujillo vivo. Esta semana el economista Eduardo García Michel brindó una conferencia en el Archivo General de la Nación, en la que explicó con detalles los pasos del plan luego de la caída del dictador.
Algunas cosas no se dieron como fueron planeadas, pero una tarea que aún sigue pendiente –según García Michel- es hacer justicia con los muchos criminales que estaban al lado y al servicio del dictador y que se beneficiaban del paño de sangre que este había puesto en marcha, contra ciudadanos de todas las categorías y contra gente deseosas de que hubiese democracia en el país.
Un grupo de descendientes de los héroes del 30 de mayo dijo esta semana que el cálculo realizado es que durante la dictadura de Trujillo fueron asesinadas más de 50 mil personas, entre nacionales y extranjeros, incluyendo 17 mil haitianos. Es decir, fue una masacre lo que hubo en el país durante ese período.
Durante los 50 años que han transcurrido luego de la muerte del dictador, han sido muchas las vicisitudes del pueblo dominicano, incluyendo una intervención extranjera, pero jamás el país ha dado señales o intereses de querer volver a ese pasado tenebroso.
Quienes elogian el “orden y la disciplina” durante la dictadura no se imaginan que eso se lograba con el abuso, con el crimen y la impunidad y con el abuso de todo el poder, puesto al servicio de lo más execrable que pudo haber pasado por el gobierno de los dominicanos: un dictador enfermo, megalómano, narcisista, acaparador, estuprador, violador sexual y criminal político como Trujillo.
Nuestro reconocimiento y homenaje a los héroes nacionales que participaron con sus acciones en el movimiento del 30 de mayo de 1961, que fueron muchos y que sobrevivieron varios, no dos como se ha dicho, pero que la historia ha olvidado, lamentablemente, a muchos de los héroes que se pusieron al servicio de la causa de la libertad del pueblo dominicano.