Todavía conturbada por la bajeza de todos los Poderes Públicos, que aceptaron sin rechistar, la agresión abusiva, artera e incalificable de un subordinado del Poder Ejecutivo contra la Licenciada Miriam German, atacada triplemente como juez, a quien se le reprochan vínculos de amistad con un presunto imputado, y actuaciones indignas de sus funciones, haciendo acopio de falsedades, y confesando públicamente el hecho impúdico de la persecución ilegal a que la sometió; como mujer y como ciudadana, a quien se le negó el derecho de conocer las acusaciones en su contra y preparar en consecuencia sus medios de defensa; y de conocer a sus denunciantes; como madre, a quien se le reprocha que haya protegido a uno de sus hijos que tiene condiciones especiales, inculpándolo de ser un testaferro de su madre; solo pido que en nombre de la más elemental decencia, ninguno de ellos haga declaraciones grandilocuentes sobre las mujeres dominicanas, este día 8 de marzo, Día de la Mujer.
Por favor, no agreguen más cieno sobre su conducta, porque ninguno alzó su voz para protestar: ¿dónde estaban el Presidente de la República que permitió con toda largueza que su subordinado descendiera a la sima del insulto y la agresión a una juez?; ¿Dónde estaba el Presidente de la Suprema Corte de Justicia?, quien como colega de la Licenciada German, debe tener mejor conocimiento de su conducta personal y profesional; ¿dónde estaba el Presidente del Senado que ejerció la profesión de abogado?; ¿Dónde estaba el Presidente de la Cámara de Diputados?; en fin donde estaba el juez consejero que también ejerce en el mismo tribunal que Miriam German?
¿No son todos ellos los mismos que hablan de la excelsitud de la maternidad? Y permitieron que en esa calidad fuera la agresión más artera y despiadada.
¿No son todos ellos los que hacen protestas de solidaridad con la mujer dominicana?, que asistieron impávidos frente a esta chapucería que confirma que en este país, hay hombres que son hombres porque pelean con hombres amarrados y agreden mujeres.
De ese conciliábulo maligno, solo escapa la Diputada Josefa Castillo, que habló por ella y por todas las mujeres dominicanas, poniendo de manifiesto una vez más, las capacidades de la mujer dominicana.
Por favor, ahórrense las publicaciones exaltando los valores de la mujer dominicana este 8 de marzo, no los queremos ni los necesitamos.
De sus actuaciones el día lunes 4 de marzo, se comprueba que no creen en esos valores de la mujer dominicana. No agreguen el insulto a la infamia.