La Asociación Dominicana de Rehabilitación cumple 50 años este sábado. Hay que felicitarla y felicitarnos como país, porque esta institución es motivo de orgullo nacional por la relevancia de los servicios que presta, por la gran red de clínicas y centros de rehabilitación que ha instalado en todo el territorio nacional y por conservar su espíritu inicial, de servir a los que la necesitan.

Doña Mary Pérez Marranzini, presidente de la Junta Directiva Nacional, ha sido sido la fuente de inspiración para todos los que han prestado su brazo de apoyo a la ADR, que se ha mantenido con los más altos estándares de servicios, en un área costosa y muy tecnificada, pese a que su clientela es precisamente la más desfavorecida del país.

Reafirmemos nuestros votos de apoyo al esfuerzo de la ADR, y reforcemos la confianza de que el gobierno amplíe los aportes que realiza a través del presupuesto nacional a una institución de gran valía, en donde es posible ver cada centavo que se invierte, manejado precisamente con pulcritud y sentido de servicio.

Felicidades a la Asociación Dominicana de Rehabilitación y a Doña Mary Pérez Marranzini.