SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave), reveló que desde el 2007 las ventas de vehículos han sufrido un estancamiento, luego de haber mermado en un 36% las importaciones de unidades nuevas y usadas.
Un estudio sobre la “Situación del sector automotriz en República Dominicana”, auspiciado por Acofave, señala que a raíz de la reforma fiscal de finales del 2012 las ventas se redujeron drásticamente en el primer trimestre del 2013, lo que “pudo ser revertido, en parte, por la liberación parcial del encaje legal de las instituciones financieras, permitiendo el incentivo del consumo a través de préstamos de bajo interés”.
La investigación explica que, aún con estas medidas, las ventas de vehículos fueron ligeramente inferiores al 2012. Otro factor que incidió en que los niveles de ventas de nuevos vehículos no fueran aún más bajos, fue la suspensión de la implementación del nuevo impuesto a la circulación de vehículos (ICV), que contempla el pago del 1% sobre el valor del vehículo.
Según las cifras de Acofave, las importaciones de vehículos nuevos representaron en el 2013 tan solo el 39% del total de las unidades importadas, frente al 61% de vehículos de medio uso
El estudio expresa que el mercado automotriz es altamente sensible a los cambios económicos, debido a la naturaleza que tienen los autos como bienes duraderos, y que “esto es especialmente cierto en el caso de las ventas de nuevos vehículos”.
Subraya que esta realidad agrega una capa adicional de complejidad para los importadores de nuevos vehículos, quienes necesitan pronosticar la demanda de unidades a importar para satisfacer el mercado, tratando de optimizar el uso del capital de trabajo mediante el manejo de sus inventarios.
La exploración dispuesta por Acofave indica que, a pesar de que el país tiene un bajo índice de motorización respecto a otras naciones de Latinoamérica, República Dominicana continúa presentando uno de los niveles de venta de nuevos vehículos más bajos de la región.
Según las cifras de Acofave, las importaciones de vehículos nuevos representaron en el 2013 tan solo el 39% del total de las unidades importadas, frente al 61% de vehículos de medio uso.
Observa que, en el caso de los vehículos de medio uso, el 65% corresponden a vehículos de 5 años o más de antigüedad, lo que pone en evidencia la preferencia de los importadores de vehículos usados de adquirir las unidades más económicas posibles, aprovechando la depreciación, independientemente de los efectos negativos de esta decisión para el consumidor y el medio ambiente.
Puntualiza que las recaudaciones directas derivadas del sector automotriz ascendieron, en el 2013, a 389 millones de dólares, de los cuales se estima que el 61% es aportado por los nuevos vehículos, a pesar de que los mismos representaron tan sólo el 39% de las importaciones.
Distorsiones en el mercado
“Distorsiones en el mercado automotriz benefician la informalidad en detrimento de la formalidad”, expone, “lo que perjudica no sólo a los competidores formales, sino que también a los adquirientes de vehículos y a las recaudaciones del Estado Dominicano”.
El estudio de Acofave explica que los esfuerzos deben enfocarse en la resolución de las causas de la distorsión del mercado, para una reactivación real del sector. Agrega que el aumento en la cantidad de años de uso que tienen los vehículos usados importados al país tendría efectos muy negativos para la Balanza Comercial, el medio ambiente y las finanzas de los adquirientes.
Señala que "el aumento de los años de antigüedad permitidos para la importación "daría cabida a la entrada de modelos de automóviles y todoterreno de alto consumo, los cuales por lo general presentan curvas de depreciación aceleradas, haciendo muy tentadora la oferta de adquisición de vehículos lujosos, potentes y espaciosos a los potenciales adquirientes, con la desventaja de los altos consumos de combustible, altos niveles de emisión y altos costos de mantenimiento”.
El estudio sugiere que para elevar los niveles de protección al consumidor, prohibir la entrada de vehículos pérdidas totales y volantes invertidos, realizar inspecciones en aduanas al llegar el vehículo para el registro de millaje, revisión de uniones estructurales y revisión alteración de chasis.
Propone, igualmente, implementar inspección técnica de vehículos en circulación, como el monitoreo de emisiones y condiciones del vehículo, y exigir que los modelos de vehículos usados importados estén homologados para circular en el país.
En cuanto a la nivelación del entorno competitivo, solicita exigir a los dealers que ofrezcan servicio de garantía sobre la compra de vehículos usados y servicios postventa, requerir licencias a los dealers para la importación y comercialización de vehículos, y poner en funcionamiento la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Pro-Competencia).
Como medidas de promoción del sector automotriz, estima que podría, implementar esquemas de financiamiento de inventario para “dealers” (floorplanning), exigir que las exoneraciones, en caso de mantenerse, se apliquen a compras a concesionarios locales; implementar incentivos para la adquisición de vehículos menos contaminantes, entre otras medidas.
El estudio fue presentado por el presidente de Acofave, Enrique Fernández, y los economistas Jochy Vicente y Gian Lucas Marra, representantes de la firma MacroAnalit, que llevó a cabo la investigación.