Durante el 2015, las empresas distribuidoras compraron el 87.4% de toda la energía que produjeron las plantas generadoras para abastecer el mercado local.
Del 12.6% de la oferta restante, un 10.4% fue demandado por los Usuarios No Regulados y el restante 2.2% representó pérdidas o fue consumido dentro de los mismos procesos de generación.
Según un breve análisis el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), en los últimos siete años (2009-2015) la energía generada en el país fue, en promedio, 13,428.94 gigavatios (GWh) al año. De esa cantidad, las EDE demandaron 11,636.5 GWh.
“La diferencia entre la energía generada y la demandada por las EDES es la energía que se pierde en los procesos de transformación, envío a distribuidoras, energía vendida a los Usuarios No Regulados y el servicio de estación (energía que utilizan las propias plantas generadoras para su funcionamiento)”, señala el CREES.
Un Usuario No Regulado (UNR) es aquel que, previa obtención de la autorización para el ejercicio de esta condición -que expide la Superintendencia de Electricidad- puede comprar en el mercado spot o contratar su servicio de electricidad mediante contratos libres con empresas de generación, o con cualquier empresa concesionaria y facultada para la venta de energía.
Según los datos de la Superintendencia de Electricidad, en el país hay en la actualidad 195 Usuarios No Regulados. Se trata, en general, de grandes empresas, hoteles e industrias, que a nivel institucional son representados por la Asociación Nacional de Usuarios no Regulados (ANUNR).