SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La decisión de suspensión de la solicitud de entrada de la República Dominicana a la Comunidad del Caribe (CARICOM) influye en el aislamiento político, proyectando al país como un Estado que viola derechos de nacionales que por razón del origen de sus ascendientes hace que pueda haber una actitud de distanciamiento.

Expertos en el tema coinciden en que la ventilación de la Sentencia 168-13 que desnacionaliza a más de 4 generaciones de dominicanos hijos de extranjeros, centrada claramente en descendientes de haitianos, crea una mala imagen al país afectando sus relaciones políticas y económicas en un futuro.

“Nos margina políticamente y nos excluye de los procesos de decisión, que dotan de herramientas incluso a la propia población porque hoy el garante de los derechos a los que accede la ciudadanía, no está solamente tras los disientas del Estado sino también tras la frontera, a través de los organismos internacionales”, destacó la politóloga Olaya Dotel.

Dotel resaltó que eventualmente el país podría perder el apoyo de los organismos de cooperación internacional debido a que lo ven como un pueblo racista que es capaz de cometer semejante genocidio civil.

Manifestó que al final del día las consecuencias no solamente la va a padecer el Estado, siendo excluido de los organismos de decisión regional, sino también la ciudadanía en términos generales.

Dotel resaltó que eventualmente el país podría perder el apoyo de los organismos de cooperación internacional debido a que lo ven como un pueblo racista que es capaz de cometer semejante genocidio civil

Asimismo, el economista Pavel Isa Contreras señaló que la decisión del CARICOM no es una implicación económica directa, pero que eventualmente se crea un ambiente que no es favorable para los negocios ni para el comercio ni para el turismo.

“Los proyectos regionales pueden verse afectados en la medida que CARICOM no quiera, como un mensaje político al Estado Dominicano, involucrarse en proyectos regionales con el país”, indicó Isa Contreras.

Dijo que la explicación concreta que tiene lo que hicieron los países de la CARICOM es más que contribuye a seguir aislando a la República Dominicana políticamente pues hasta el momento no tiene ninguna implicación económica.

El economista apuntó que eventualmente incluso algunas organizaciones de la sociedad civil en el extranjero pueden llamar a boicotear a productos dominicanos o no visitar al país por ser un destino en el cual su Estado discrimina.

Al igual que Isa, Dotel aseveró que a parte de la Sentencia el llamado de los “movimientos nacionalistas” a dar muerte a los traidores, forma parte de los elementos que desincentivan el turismo, desincentivan el querer establecer relaciones más cercanas con nosotros y coloca a la República Dominicana, como decía Vargas Llosa, como una especie de parias en América Latina y el mundo.

Por su lado, José Rijo expuso que el Plan de Regularización, específicamente por su artículo 8 que señala que los nacidos en el territorio dominicano hijos de extranjeros ilegales no les corresponden la nacionalidad dominicana, ratificando la Sentencia 168-13, incidirá más en la posición del CARICOM y sus países miembros.

“El CARICOM no será el único órgano que se pronuncie en contra de la sentencia, porque por ahí también viene la Corte Interamericana de los Derechos Humanos”, enfatizó.

También destacaron que dicha decisión puede afectar en un futuro, de algún modo, la relación de la República Dominicana con los 27 países de la Unión Europea.

“Si estos europeos toman la decisión de redefinir la compasión a través de los Fondos de Cooperación para el Desarrollo eso si va a hacer un golpe muy duro para la República Dominicana el impacto en la comunidad europea y lo que eso implica”, expresó Rijo.

Coincidieron en que con esta situación solamente se pierde, no se gana nada. “Pierden los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana, perdemos todos los dominicanos, pierde el Estado dominicano”.