(Tomado de ElDiariony.com).- Trabajadores de McDonald’s, Wendy’s, Burger King, KFC y otros locales de comida rápida, profesores adjuntos de universidad, obreros de la construcción, cuidadores de niños y ancianos en el hogar, empleados de lavanderías industriales, de Walmart y de aeropuertos, son algunos de los trabajadores que se darán cita este miércoles en más de 230 ciudades de Estados Unidos para reclamar un salario mínimo de US$15 la hora, un pago que pueda elevar a millones de familias por encima del umbral de la pobreza.
Está previsto que sea la mayor manifestación de este tipo en el país y estará apoyada por trabajadores en otras ciudades del mundo y por estudiantes universitarios.
Las acciones del movimiento de Lucha por $15 la hora y el derecho a sindicalizarse empezaron hace dos años y medio con pequeñas protestas en las puertas de los restaurantes de comida rápida, normalmente McDonald’s, por parte de los trabajadores de estos locales. Poco a poco, estas huelgas, animadas por los sindicatos empezaron a crecer y organizaciones de base se unieron a ellas.
El año pasado, se sumaron también trabajadores de comida rápida en otros países. Ahora se ha convertido en un movimiento nacional que está ayudando a avanzar la causa del aumento del salario mínimo en municipios y estados que han subido los sueldos que suelen cobrar estos empleados por encima del $7.25 federal. Seattle tiene ya un sueldo mínimo de US$15 la hora.
Aunque en el Congreso en Washington el alza del salario mínimo no ha prosperado (con una propuesta de subida de $10.10), la fuerza que está tomando el movimiento en las calles junto con las evidencias de las desigualdades económicas puede convertir esta demanda en uno de los pilares electorales en un momento en el que empiezan a presentarse candidatos a primarias presidenciales.
En su primer día de campaña, Hillary Clinton dijo que hay algo que está mal cuando los presidentes de las empresas “cobran 300 veces más que los trabajadores, cuando los trabajadores son cada vez más productivos pero no se refleja en sus salarios”.
Los organizadores de las marchas eligieron este día, el último para presentar y pagar los taxes, porque quieren que se recapacite sobre el hecho de que muchos trabajadores dependen de asistencia pública. De hecho, un estudio del Center of Labor de la Universidad de Berkeley publicado el lunes revela que cuando los trabajadores no reciben suficiente por su trabajo en empresas, grandes y pequeñas, los contribuyentes pagan para mitigar su pobreza unos $153,000 millones anuales.
Los avances en la lucha por el aumento del salario mínimo no han llegado a satisfacer las demandas de estos trabajadores. Aunque empresas como Walmart y McDonald’s han subido sus salarios, ninguna responde a lo planteado por estos manifestantes. La reciente subida de McDonald’s, calificada de “ridícula” por los organizadores, ha animado a más trabajadores a salir a las calles.