Johannesburgo, 4 nov (EFE).- Sudáfrica tiene más éxito que otros países emergentes como Brasil, México, Argentina o Indonesia a la hora de reducir la pobreza mediante políticas fiscales, según un estudio publicado hoy por el Banco Mundial (BM) en Pretoria.
El informe señala que más de tres millones de sudafricanos salieron de la pobreza gracias a la utilización en ayudas sociales del dinero recaudado en impuestos en 2010 y 2011, un período en el que este país de 54 millones de habitantes redujo en una cuarta parte su nivel de desigualdad en ingresos.
En este periodo y a través de la redistribución de la riqueza, 3,6 millones de sudafricanos superaron la barrera de los 2,5 dólares de ingresos diarios y la tasa de pobreza extrema (situada por debajo de los 1,25 dólares al día, según los indicadores del BM) bajó de más del 34 por ciento al 16,5 por ciento.
Veinte años después del fin del dominio de la minoría blanca, que excluyó a la mayoría negra de la educación superior y los trabajos cualificados, Sudáfrica continúa siendo uno de los países con mayores índices de desigualdad del mundo
Estas cifras colocan a Sudáfrica a la cabeza en la lucha contra la pobreza mediante instrumentos fiscales, por delante de los otros países de similares características económicas analizados por el BM en el estudio (Bolivia, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Etiopía, Guatemala, Indonesia, México, Perú y Uruguay).
Sin embargo, la sociedad sudafricana registra el coeficiente más alto de desigualdad social de todos los Estados citados.
"Aunque Sudáfrica hace un uso muy eficiente de sus instrumentos fiscales, los problemas originales de desigualdad en ingresos son tan grandes que va a necesitar otras medidas para solucionarlos", dijo en la presentación del informe la economista del BM Catriona Purfield, citada por la agencia local de noticias Sapa.
Añadió que "superar los retos de la pobreza y la desigualdad en un mundo donde los recursos fiscales son más limitados exige un crecimiento económico más inclusivo y rápido, mejores puestos de trabajo y más eficiencia de los servicios públicos".
Veinte años después del fin del dominio de la minoría blanca, que excluyó a la mayoría negra de la educación superior y los trabajos cualificados, Sudáfrica continúa siendo uno de los países con mayores índices de desigualdad del mundo.
Más de un 25 por ciento de sus ciudadanos no tiene trabajo, porcentaje que se eleva a más del 50 % entre los jóvenes.
Tras haber registrado desde 1995 un crecimiento medio anual del 3,2 por ciento, los economistas prevén que el Producto Interior Bruto (PIB) del país alcance este año un moderado 1,4 por ciento. EFE