MOSCÚ, Rusia (EFE).- Rusia y Estados Unidos han decidido frenar en seco las aspiraciones de China y otros países de acceder a los ingentes recursos energéticos del Ártico al vetar su ingreso en el organismo que vela por el desarrollo de la región.
"En el documento aprobado se dice especialmente que los países árticos tiene prerrogativa exclusiva sobre la gestión de los asuntos en nuestra casa común: el Ártico", aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, tras la reunión del Consejo Ártico (CA) celebrada en Nuuk, capital de la autonomía danesa de Groenlandia.
Lavrov hizo esta afirmación después de que los ocho países árticos -Canadá, Dinamarca, EEUU, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia- firmaran el día 12 el primer documento jurídicamente vinculante de su historia.
Se trata de un documento consensuado por rusos y estadounidenses: el Acuerdo sobre Cooperación en Aviación, Búsqueda Marítima y Salvamento en el Ártico.
No obstante, el principal resultado de la reunión fue el reforzamiento del Consejo Ártico y la negativa expresada por varios miembros ante la posible inclusión en su seno de otros países que no limitan con el Ártico, como la insaciable China.
China, país necesitado de hidrocarburos para mantener a largo plazo su crecimiento industrial, y también India y Corea del Sur han expresado su interés en acceder al Consejo Ártico
"Aquellos que estén interesados en cooperar en nuestra región tendrán que regirse por las reglas que sean formuladas por los ochos Estados árticos", dijo Lavrov, según informa hoy el diario "Kommersant".
Los países árticos acordaron la creación de un secretariado del CA -fundado en 1996 para proteger el medioambiente y lograr un desarrollo socioeconómico sostenible de la región-, cuya sede estará en la ciudad noruega de Tromso y se comprometieron a asignarle una financiación de un millón de euros.
Lavrov explicó tras la reunión a la que asistió también la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que los países de la zona están inquietos ya que ya son 26 los países observadores del CA, que "recibe cada vez más y más solicitudes".
China, país necesitado de hidrocarburos para mantener a largo plazo su crecimiento industrial, y también India y Corea del Sur han expresado su interés en acceder al CA.
"Últimamente ha surgido la moda del Ártico debido, en gran medida, a las posibilidades económicas que ofrece", señaló a "Kommersant" un miembro de la delegación rusa que viajó a Groenlandia.
El funcionario destacó que "muchos países, que no tienen ninguna relación con el Ártico, tienen ahora el deseo de hacerse con un trozo de la tarta ártica".
"Si se les da la luz verde, pronto en el Consejo habrá cien observadores que exigirán cada vez más y más derechos, y después querrán convertir el Ático en un patrimonio de la humanidad", advirtió.
La fuente subrayó que "Rusia quiere evitar esa situación" y que "la mayoría de países árticos comparten la posición rusa".
Al respecto, un representante de la delegación canadiense se manifestó en contra de reducir los derechos de los Estados árticos en beneficios de otros países.
"Recuerden el fracaso de la conferencia climática de Copenhague. Cuantos más miembros tenga el club, más difícil será ponerse de acuerdo. Y en el Ártico existen problemas, en particular ecológicos, que hay que solucionar con urgencia", comentó.
De hecho, los países que quieran ser observadores del CA tendrán que cumplir unos requisitos muy exigentes, entre los que figura el reconocimiento de la soberanía y los derechos soberanos de los países árticos sobre la región que rodea el Polo Norte.
Mientras, sus facultades estarán muy restringidas y se limitarán a contribuir a las labores del consejo en los campos científico y financiero.
Y es que, según las estimaciones de EEUU y Noruega, la región del Ártico acoge una cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo y gas, y grandes yacimientos de metales y carbón.
De lo que no se habló en la reunión es de las tensiones en la región, que se han agravado en los últimos años debido a las aspiraciones territoriales de países como Rusia, que colocó una bandera justo debajo del Polo Norte geográfico en 2007 y creará este año una brigada de infantería motorizada para el Ártico.
Algunos países, como Canadá, han advertido sobre el peligro de la militarización del Ártico antes de que se solucionen las actuales disputas sobre la soberanía y el acceso a sus recursos energéticos y pesqueros.
Sea como sea, Rusia ha adelantado que presentará en 2013 ante la ONU una reclamación territorial sobre la soberanía del lecho marino del océano Glacial Ártico, lo que le permitiría controlar gran parte de la región.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha ido más lejos al asegurar recientemente que la región polar ártica será una de las principales fuentes de recursos energéticos de este país en 2020.EFE