Ginebra, 7 jun (EFE).-República Dominicana constituyó una positiva excepción en la región en cuanto a la inversión extranjera, al registrar un incremento del 9% cuando Caribe y América Latina registró una disminución.
Los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe disminuyeron en 2016 un 14 % hasta situarse en 142.000 millones de dólares, lo que confirma la tendencia a la baja de los últimos cinco años.
Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017 publicado hoy por la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), la caída de las IED se dio por igual en toda la región, dado que tanto el Caribe como Centroamérica y Sudamérica registraron retrocesos.
Las entradas de IED en América del Sur cayeron un 14 % hasta los 101.000 millones de dólares, un descenso que los economistas de la UNCTAD achacan a los efectos de la recesión, los bajos precios de los productos básicos y el aumento de la inestabilidad monetaria.
En América Central, las entradas también disminuyeron un 14 % ciento y se situaron en 38.000 millones de dólares, debido a la desaceleración de las exportaciones.
Las perspectivas de IED para la región siguen siendo sombrías en 2017 y, aunque el informe no augura una cifra concreta, estima que los flujos serán menores que en años anteriores.
Los flujos hacia el Caribe, excluidos los centros financieros, se redujeron un 9 % y se limitaron a 3.000 millones de dólares.
Hubo grandes diferencias entre países, dado que si bien hubo un aumento de los flujos hacia República Dominicana del 9 %, hasta 2.000 millones de dólares, este incremento no bastó para compensar la disminución registrada por Jamaica y Trinidad y Tobago.
Los principales inversores en la región fueron, por este orden: Estados Unidos, España, Holanda, Luxemburgo, Canadá, Reino Unido, Chile, Alemania, Japón y México.
De los cinco principales receptores de IED en Latinoamérica –Brasil, México, Colombia, Chile y Perú-, cuatro recibieron menos inversiones en 2016 que en 2015.
Sólo Colombia logró atraer más flujos (14.000 millones de dólares) el año pasado.
El principal receptor de la región fue Brasil, que obtuvo un 8,7 % menos de IED el año pasado en comparación con 2015, al atraer sólo unas entradas de 59.000 millones de dólares, arrastradas por un marcado descenso en el sector servicios.
En 2015 los flujos hacia Brasil habían sido de 64.000 millones de dólares.
Las entradas en México, el segundo receptor, se redujeron drásticamente, un 19,4 %, hasta 27.000 millones de dólares.
Esta reducción se explica por la caída de la inversión en el sector servicios, así como por la contracción de los flujos hacia la industria manufacturera y, en especial, la del automóvil.
Colombia por contra atrajo 14.000 millones de dólares de inversión, un incremento del 15,9 % con respecto a los 12.000 millones de doce meses antes.
El cuarto en la lista es Chile que, como Bolivia, Ecuador o Perú, sufrieron caídas de inversión en sus industrias de extracción de recursos naturales.
Chile recibió 11.000 millones de dólares en 2016, un 29 % menos, mientras que Perú, el quinto mayor receptor de IED, logró atraer 7.000 millones, un 17 % menos que un año antes.
Por su parte, las empresas latinoamericanas redujeron sus flujos hacia el exterior un sorprendente 98 % y sólo invirtieron 751 millones de dólares, el monto más bajo desde 2001.
Las perspectivas de IED para la región siguen siendo sombrías en 2017 y, aunque el informe no augura una cifra concreta, estima que los flujos serán menores que en años anteriores. EFE