SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente de la Bolsa Agroempresarial del país (BARD), Osmar Benítez, afirmó que el mecanismo de subastas públicas instituido en el 2012 ha permitido transparentar los permisos de importación de alimentos básicos, y aportó al Estado más de RD$300 millones durante el 2013.

Señaló que antes de las subastas imperaba un “mercado persa” en la asignación de las cuotas de importación, “que se hacían de manera administrativa, secreta, grado a grado, sustentadas en pagos por debajo de la mesa”.

Benítez indicó que la concesión de estos permisos –que manejaba con exclusividad el Ministerio de Agricultura- generaba RD$2 mil millones al año, botín del que se apropiaban altos funcionarios y comerciantes.

El ejecutivo de la JAD reveló que las subastas públicas afectan fuertes intereses que se beneficiaban de los permisos “grado a grado”, y que incluso ha sido amenazado de muerte en dos ocasiones, por vía telefónica.

“En el 2013 hicimos cuatro subastas y se generaron RD$300 millones que fueron a la Tesorería Nacional, no al bolsillo de un particular, de un funcionario o de un dirigente de federación” de comerciantes, sostuvo el también presidente de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).

El dirigente agropecuario reiteró el rechazo de la JAD a la propuesta de algunas federaciones del comercio, para que a este sector le sean asignadas el 50% de las importaciones de cebolla, azúcar, habichuelas y otros alimentos sensibles, como una forma de afrontar la carestía de estos productos.

“Si usted tiene la intención de comprar, y tiene una federación que según usted tiene 20 mil colmados, ¿entonces por qué quiere que le asignen el 50%? Mejor venga y compre el 100%”, dijo Benítez este miércoles en la sede de la JAD, poco antes de encabezar una subasta para contingentes de cebolla amarilla, habichuelas blancas y azúcar, que ingresarán al país a antes del próximo 1 de enero.

Cuota mínima para pequeños comerciantes

Para la subasta de hoy se registraron 76 empresas y personas físicas, incluidas 4 de las grandes federaciones de comerciantes del país, y 36 puestos de bolsa, resaltó Benítez.

Explicó que por disposición de  la Bolsa Agroempresarial, al menos el 36% de los contingentes disponibles se reservan para los pequeños y medianos comercios, a fin de garantizarles acceso a las importaciones.

“Ningún comerciante o empresario grande podrá concurrir o participar en este primer lote; eso no quiere decir que los grandes no pueden participar, pero después que los pequeños compren”, dijo.

Explicó que un lote “comercialmente viable” equivale a por lo menos un contenedor, según la Organización Mundial del Comercio. “En el caso de la cebolla, hoy son 34 lotes, y todos son de un contenedor; de habichuelas blancas son 10 lotes, es decir, que también es para pequeños comerciantes, y de azúcar son 360 contenedores, de los que cerca del 40% -178 contenedores- son para los pequeños”, apuntó.

El presidente de la BARD aseguró que si un comerciante grande intentara participar de la cuota reservada a los minoristas, “ese puesto de bolsa queda automáticamente sancionado y expulsado por un año” del proceso.

“Un impuesto más" al consumidor

Benítez negó, asimismo, que el mecanismo de subastas propicie aumentos de los precios al consumidor. “Lo que se cobra es solo el 2%, el 2% del valor de esa importación, o sea que el impacto es de centavos”, refirió.

No obstante, en opinión de José Luis Collado, gerente general de la Casa Calín, la subasta constituye “un impuesto más” que el comerciante transfiere luego al consumidor.

“Para que usted tenga una idea, un quintal de cebollas paga 100 pesos en puerto, y aquí (En la Bolsa) paga RD$2,500 el permiso, solamente para traerla, es decir, que paga 25 veces más que el impuesto de licencia”, declaró Collado antes de participar en la subasta al periódico Acento.com.do.

“Debería hacerse una evaluación de quiénes manejan los productos tradicionalmente, y en base a eso hacer una venta simbólica, porque realmente lo que estamos haciendo es encareciendo los productos de la canasta familiar”, planteó el comerciante, aunque descartó que haya corrupción o favoritismo en la subasta de permisos.

Benítez informó que para la jornada de hoy se proyectaban transacciones por entre 60 y 70 millones de pesos. Además de Benítez, encabezaron la subasta Carlos Mínguez y Diógenes Macías, representantes del Ministerio de Agricultura; Martín Peña, del Instituto Nacional del Azúcar (Inazúcar) y la gerente general de la Bolsa Agroempresarial, Ivonne García, además de la notario público Luz del Alba Thevenin.

Con el decreto 569-12, el presidente Danilo Medina transfirió a la Bolsa Agroempresarial de la JAD el mecanismo de licitación para asignar los contingentes arancelarios de ocho bienes alimenticios sensibles: arroz, azúcar refino y morena, carne de pollo, ajo, cebolla, maíz, habichuelas y leche en polvo.