Santo Domingo, República Dominicana.- Las empresas del área de generación perfilan al Pacto Eléctrico como un escenario decisivo y protagónico del 2015, donde habrán de ponerse sobre la mesa y plantearse cara a cara los grandes retos del sector. Y consensuarse, sobre todo, “soluciones integrales” con miras a un sistema energético “estable, de calidad y sostenible en términos financieros”.
Milton Morrison, vicepresidente ejecutivo –y activo portavoz en los medios– de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), subraya que se trata de una oportunidad que el país debe aprovechar, teniendo por objetivo transversal “el bienestar del consumidor” final del servicio.
Señala que la inobservancia de la Ley General de Electricidad (125-01) y la irrupción en el mercado del proyecto gubernamental de Punta Catalina han generado algo de suspicacia, o cuando menos cautela en los ámbitos del capital privado.
“Proyectos hay, lo que hacen falta son las señales de la confianza que debe tener el inversionista para seguir expandiéndose en el mercado de la generación”, contestó Morrison al periódico Acento, al referirse a las perspectivas para el nuevo año de la ADIE y el sector eléctrico en general.
¿Cuál ha sido el balance para el sector este año? ¿Hubo avances?
En términos de avances o retrocesos, podríamos decir que el 2014 ha sido un año que se ha mantenido un tanto estático, desde el punto de vista del desarrollo del sector, en términos de lo que son los indicadores más importantes. Por ejemplo, en el tema de la distribución, de la reducción de pérdidas, vemos que no hubo una reducción significativa, por tanto no podríamos hablar de un gran avance, pero tampoco de un retroceso, porque se ha mantenido estable. En términos de la generación, hemos visto que el mayor dinamismo que ha tenido es el tema de las plantas a carbón; cómo el Estado dominicano ha ido avanzando y transfiriendo algunos recursos que le han permitido dar inicio a ese proyecto. Asimismo, el sector privado a través de la empresa AES Dominicana y DPP anunció la expansión de uno de sus proyectos, y hubo varios anuncios importantes, pero que no se pudieron concretizar, tanto en el lado público como el privado. En términos del subsidio eléctrico, no sufrió grandes variaciones hacia la reducción, más bien lo que se ha producido en la última etapa del año, con el impacto de la reducción de los precios del petróleo, pero eso lo vamos a cosechar a partir del 2015. O sea, que cuando hacemos un balance de todo lo ocurrido, es un año que nos ha permitido mantenernos, y en cuanto a la deuda del sector gubernamental con las empresas generadoras lo que vimos fue una gran acumulación como no se había visto en los últimos años, pero ya al cierre del año, en diciembre, el Gobierno pagó poco más del 40% de esa deuda. O sea, que al final de cuentas el sector se mantuvo operando con la misma realidad que encontró. Esperamos que el 2015 sea de cambios, sobre todo de avances e impactos positivos.
¿Qué se puede esperar del 2015 y del Pacto Eléctrico?
El 2015 trae una serie de desafíos y retos que se plantean a través del Pacto Eléctrico como una vía de encontrar las soluciones que permitan tener un sistema eléctrico estable, de calidad y sostenible, desde el punto de vista financiero. Entendemos que es una oportunidad que el país debe aprovechar, pero sobre todo que sea un diálogo franco, transparente, donde se pongan de lado los intereses particulares y se ponga el interés colectivo como el centro de las soluciones, y fundamentalmente el consumidor; el bienestar del consumidor debe ser el objetivo fundamental por el cual todos los sectores propugnen y luchen, porque si tenemos un consumidor satisfecho, de esa misma manera se beneficia toda la cadena de producción de la electricidad en la República Dominicana. Por tanto, el Pacto Eléctrico debe ser algo que refleje el sentir de los diversos sectores involucrados en la problemática, pero a la vez que plantee soluciones coherentes, factibles y sobre todo realizables. Que se puedan identificar los recursos necesarios para hacer las inversiones que requieren cada uno de los proyectos que se vislumbren en ese pacto. Es un pacto que debe verse de una manera integral, porque no hay una solución específica para el problema. Debemos atacar varios frentes de manera simultánea, y sobre todo tener una visión holística del problema, que nos involucre a todas las partes y presente soluciones integrales; que el beneficio de un área impacte de manera positiva en otra, y de esa manera se pueda crear la sinergia que permita encontrar una solución a este problema que durante décadas nos ha afectado.
¿Cómo le ha caído al sector la depreciación del crudo?
Obviamente que para el sector eléctrico de la RD ha sido una muy buena noticia el hecho de lo que está pasando hoy en día, al cierre del 2014. La reducción de cerca del 40% del precio del petróleo en los mercados internacionales ha impactado de manera positiva el sector eléctrico, ya que de mantenerse esa situación, digamos, en un horizonte de un año, podríamos tener una reducción significativa en lo que es el monto del subsidio que transfiere el Estado para el funcionamiento del sector eléctrico. Desde la perspectiva de la generación, hemos visto cómo se ha traducido esa misma reducción en una reducción de los costos de generación, que dicho sea de paso se les traspasan a las empresas distribuidoras, por tanto la factura de venta de generación por el componente que tiene que ver con el petróleo, que representa en estos momentos cerca del 40%, se ve disminuida. Y una disminución del costo de la factura es simplemente que las distribuidoras tienen que pagar menos, por tanto el Estado debe transferir menos recursos para que esas distribuidoras puedan cubrir el déficit financiero que tienen. Obviamente es una situación que puede lucir coyuntural, pero los pronósticos dicen que tendremos algunos meses más, y quién sabe, con un petróleo por debajo de los cien dólares.
¿Cuáles escenarios se prevén en la renegociación de los contratos?
Más bien hemos visto que ya varios de los contratos existentes se están venciendo. En el 2015 se vencen otros y ya en el 2016 se cierra el capítulo de lo que tiene que ver con los contratos del famoso Acuerdo de Madrid. En ese sentido, entendemos que lo más importante para cualquier Estado, para cualquier mercado, en este caso el eléctrico, es el respeto de las reglas y de los contratos existentes. Al vencimiento de los mismos, lo que hay que abocarse es al cumplimiento de lo que dice la Ley General de Electricidad, que manda a que se hagan licitaciones para la compra de energía al vencimiento de los contratos. Yo creo que si respetamos la ley podemos aprovechar las ventajas competitivas y comparativas que hemos acumulado todo este año con la situación que hemos tenido.
¿Vienen nuevas inversiones en generación? ¿Inciden las plantas a carbón del Gobierno en los planes del sector privado?
Realmente las empresas generadoras siempre han tenido en carpeta proyectos por desarrollar. Indudablemente, a pesar de que ha habido inversiones en el área de generación en los últimos años, quizás no en la misma velocidad que las expectativas del sector público; se ha dado porque el tema del respeto a la Ley General de Electricidad cuando manda que se hagan licitaciones de compra de energía, eso es lo que permite incentivar y dinamizar la inversión privada. Pero obviamente hay empresas que sí tienen proyectos, por ejemplo de energías renovables, otras tienen proyectos de reconversión de sus plantas para utilizar combustibles cada vez más competitivos, como el caso de la empresa CESPM (Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís) o la empresa San Felipe u otras que están en el sector. O sea, proyectos hay, lo que hacen falta son las señales de la confianza que debe tener el inversionista para poder seguir expandiéndose en el mercado de la generación dominicana.
En cuanto al proyecto de Punta Catalina, obviamente que de la manera en que este proyecto ha aparecido en el escenario de la generación, ha transmitido una serie de mensajes y señales a los inversionistas que los hace esperar un poco el desenlace de dicho proyecto. Pero, independientemente de la participación y la construcción de este proyecto, hay un sector privado que está muy deseoso de poder seguir aportando al desarrollo de la generación en la República Dominicana, y esperamos que de esa misma manera el Estado dominicano, a través de las autoridades, el Poder Ejecutivo, puedan entender eso y comprendan que el desarrollo del sector eléctrico tiene mucho que ver con la participación de la alianza público-privada. Debe siempre existir una vinculación de ambos sectores para que pueda dinamizarse el sector y puedan aparecer las inversiones y recursos necesarios para poder lograr la expansión de la generación a un mínimo costo.