MADRID, España (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este lunes que con el proteccionismo que defiende el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puede haber "oportunidades" si los países recuperan sus "capacidades nacionales".
Correa, que pronunció hoy una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid, consideró que "el proteccionismo no es mala palabra" si sirve para "proteger a los pequeños productores" y recordó que así se han desarrollado EE.UU y otros países que ahora son grandes.
El presidente ecuatoriano consideró que los países que apostaron por el aperturismo con Estados Unidos "van a tener problemas", y citó expresamente a México, que tiene un tratado de libre comercio con su vecino del norte y que ahora va a tener "grandes pérdidas", dijo, y, dada la potencia económica que es Estados Unidos, reconoció que también Ecuador los va a tener.
El mandatario sudamericano, de visita en España antes de finalizar su mandato, defendió la integración en América Latina "para, como bloque, tener más presencia mundial" y negociar en mejores condiciones con EE.UU, la "potencia hegemónica" del continente.
Correa, doctor en Economía, defendió este lunes en la Universidad Complutense la naturaleza "política" de la economía, frente a los que le atribuyen un carácter "técnico". "Primero la decisión política con legitimidad democrática y después debe venir la técnica", afirmó, y defendió un control político del sistema financiero.
"El mundo del futuro será un mundo de bloques", insistió el presidente, y consideró que "la integración es sumamente importante para el futuro de nuestros pueblos".
Correa, doctor en Economía, defendió este lunes en la Universidad Complutense la naturaleza "política" de la economía, frente a los que le atribuyen un carácter "técnico".
"Primero la decisión política con legitimidad democrática y después debe venir la técnica", afirmó, y defendió un control político del sistema financiero.
Dijo que "lo más grave que se ha hecho a la economía es quitarle el carácter político", e insistió en que "el fin de la economía no es cuadrar cuentas, no es contentar al Fondo Monetario Internacional y al capitalismo financiero (…), es el bienestar humano"
Correa, que finaliza su mandato el próximo mayo después de diez años de gobierno, defendió su gestión, con reformas constitucionales, mejoras en infraestructuras, sanidad, educación y servicios sociales.
Estas reformas, en opinión del presidente, han servido para amortiguar las pérdidas económicas de los dos últimos años, con una bajada de precios del petróleo y la revalorización del dólar que frenó las exportaciones, además de desastres naturales, circunstancias que Correa definió como "tormenta perfecta".