MADRID, España. La Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI) dieron a conocer el informe “El papel del sector privado en tiempos de Pandemia: Ideas para el debate”, que aspira a convertirse en un aporte para la discusión sobre el rol que debe cumplir el sector privado iberoamericano en la superación de la crisis económica y social que golpea a la región a causa del COVID-19.

En la presentación del informe intervinieron Valentín Diez Morodo, presidente de COMCE México; Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB; y Núria Vilanova, presidenta de CEAPI; moderados por Juan Luis Cebrián, presidente de Honor de El País.

La idea central que sostiene el documento, elaborado por ambas entidades, es que, dado el fuerte impacto económico-social que está teniendo y va a tener la pandemia sobre los países de Iberoamérica, la futura reconstrucción debe sostenerse en la mutua confianza y el consenso entre todos los actores sociales.

Valentín Diez Morodo, presidente de COMCE México, hizo un llamado a los empresarios a “buscar la reconstrucción social post-covid, ya que es necesario generar un pacto social público-privado para la recuperación de la economía”.

Según plantearon, tiene que apoyarse en un nuevo pacto social en el que los empresarios están llamados a tener un papel crucial que cumplir, ya que “los costos de esta crisis deben compartirse, y no recaer excesivamente en ningún sector. Se debe generar diálogo y confianza para enfrentarla. Las empresas deben apoyar a sus trabajadores en esta coyuntura, puesto que el capital humano es un activo clave. La educación y la formación para el trabajo son fundamentales para reconvertir a las personas ante la nueva realidad tecnológica. La colaboración público-privada es crucial en este aspecto”.

Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB, quiso poner de manifiesto las grandes oportunidades de inversión que existen entre España y Latinoamérica, en ambas direcciones.

Esta reconstrucción post Covid-19, aseguraron, significa conseguir que emerja la Iberoamérica del siglo XXI. Una Iberoamérica que describieron como más innovadora, productiva y competitiva; más sostenible social y medioambientalmente; con instituciones más transparentes, eficaces y eficientes y con la mira puesta en mejorar el capital humano (educación) y físico (infraestructuras y logística).

Plantearon que la pandemia ha acelerado la gravedad de los problemas estructurales preexistentes de la región. De hecho, indicaron, una de las lecciones que deja la actual crisis es que Iberoamérica está obligada a reinventarse si no desea quedar aislada y en la periferia del desarrollo. En ese proceso de engancharse al tren de la revolución tecnológica, los empresarios iberoamericanos están llamados a cumplir un papel decisivo.

Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, afirmó que “de esta crisis no podremos salir si no se crea un clima de confianza entre los gobiernos y las empresas. La esencia del empresario es creer y crear. Necesitan confiar en las políticas de sus países y sus gobiernos para seguir invirtiendo a pesar de la pandemia".

El informe sostiene que la contribución pública-privada para enfrentar una coyuntura desfavorable actual exigirá repensar un nuevo contrato social, puesto que los niveles de desempleo y pobreza que dejará el COVID-19 serán considerables.

Finalmente, manifestaron que la crisis debe traducirse en alianzas y sinergias para potenciar el espacio que los une.