El presidente de La Red de Organizaciones Agropecuarias del Valle de San Juan solicitó la intervención de las autoridades para que se permita a los productores participar en la importación de habichuelas, un negocio que aseguró está en manos de diez grandes empresas.
Robín Alcántara atribuyó a los importadores la práctica de “inundar” el mercado local, con el propósito de inducir a la baja el producto y entonces adquirir a precios deprimidos buena parte de la cosecha de esta y otras regiones del país.
“Nos afecta, porque los importadores aprovechan la cosecha del Valle de San Juan para inundar el mercado, entonces es una política desleal porque la producción es estacionaria; es decir, la producción sale toda en un mes”, expresó.
Sostuvo que si bien las importaciones son necesarias para abastecer todo el consumo nacional de la leguminosa, estas operaciones deben llevarse a cabo “de manera controlada, planificada”, y con el concurso de los productores.
“No nos dan participación, porque hay un decreto que regula eso (las importaciones agropecuarias), pero es justo que nos den al menos un 50% de participación en los contingentes arancelarios, porque nosotros somos los que generamos empleos en el campo”, dijo.
De acuerdo con Alcántara, el 80% de las importaciones del grano se distribuye entre diez grandes compañías tradicionales en este mercado, y el restante 20% entre los “nuevos” importadores.
Aseguró que el actual esquema he devenido en un “negocio redondo” para los importadores con más peso en el mercado. “Le ganan demasiado a la habichuela, porque compran la producción local la compran barata, y los productores están a expensas del precio que le ofrezca el comerciante”, agregó.
Señaló que esto también contribuye a que la habichuela llegue a la población consumidora a precios más elevados. “Los comerciantes están haciendo lo que le da su gana con el precio de las habichuelas. Ellos controlan el mercado y fijan los precios, tan sencillo como eso”, manifestó el dirigente agrícola en declaraciones al periódico Acento.
Algo que -según Alcántara- también está “distorsionando” el mercado, es el hecho de que el Programa Nacional de Pignoración orientado a proteger cultivos sensibles como las habichuelas tiene casi una década, desde el 2006, sin ser implementado por el Ministerio de Agricultura.
Robin Alcántara aseguró que los productores han expuesto su reclamo tanto a las autoridades de Agricultura como al ministro de la Presidencia, José Ramón Peralta, pero sin ningún resultado.