SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Aunque se ha venido recuperando a partir del 2013, el gasto social continúa siendo limitado en la administración de Danilo Medina, con relación al promedio regional y a las carencias acumuladas en áreas tan sensibles del desarrollo humano como la salud.
Así lo percibe el economista Pavel Isa Contreras, al referirse a las partidas presupuestarias que República Dominicana invierte cada año en salud, educación, vivienda, agua potable e incluso en los municipios.
“El gasto social se mantiene, sigue siendo un gasto que se recuperó y en 2015 va a continuar igual. Debe andar por 9% del PIB y un 45% del presupuesto más o menos, del gasto público total; o sea, se cerró la brecha en cuanto al promedio regional, pero falta mucho para llevarlo a lo que es la media" en Latinoamérica y el Caribe, sostuvo.
Señala que el aumento del gasto público en educación “ha ayudado a reducir la brecha detectada en el gasto social”, pero hay que incrementar el gasto público en otras áreas, como la salud, por ejemplo. “La RD sigue gastando menos del 2% del PIB en salud y en AL la media es 3.5%; estamos hablando de una brecha muy significativa en materia de salud, entonces yo diría que salud sería, en este momento, en donde se debe poner todo el énfasis en términos del gasto social”.
Señala que el aumento del gasto público en educación “ha ayudado a reducir la brecha detectada en el gasto social”, pero hay que incrementar el gasto público en otras áreas, como la salud
El ex consultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) agregó que prácticamente “han desaparecido” tanto el gasto como las iniciativas del Estado en materia de vivienda. “También las iniciativas públicas en materia de vivienda, porque el Estado no es el único responsable en materia de vivienda; pero si tú tuvieras unas acciones dirigidas a involucrar a las comunidades, al sector privado, a la gente para que participen, yo creo que habría soluciones habitacionales interesantes”.
Isa Contreras ponderó el financiamiento al sector educativo, a raíz de la asignación del 4% del PIB, así como los programas sociales de la Presidencia de la República, aunque son insuficientes. “Los programas de la Presidencia son interesantes, pero relativamente pequeños, sin mucho peso presupuestario, también el gasto en agricultura”, dijo al periódico Acento el economista, en el marco del Primer Análisis de Coyuntura del Centro Bonó para el 2015.
Entre los factores que impiden al Estado dominicano destinar más recursos a las políticas y programas sociales, citó la oposición de los sectores más pudientes a asumir una mayor carga tributaria, además del clientelismo y las limitaciones presupuestarias que genera.
Botellas e impuestos: grandes escollos
“La resistencia de los sectores ricos a pagar impuestos hace que la capacidad que tienen el Estado de financiarse, las acciones del estado en general, sean más limitadas. Hay que cambiar eso, empezar a forzar a los sectores más pudientes a que contribuyan mas con el presupuesto público”.
Puso de ejemplo al Impuesto sobre la Renta (ISR), que “sigue capturando una parte muy limitada de los impuestos totales”, que se sustentan en gran medida de impuestos indirectos como el ITBIS y los selectivos.
“Hay que emigrar a impuestos directos, que gravan la riqueza y la tenencia de patrimonio… el gravamen sobre la vivienda en RD sigue siendo muy limitado, igual también el impuesto sobre los vehículos, que son un reflejo de riqueza que tiene la gente”, expresó.
Otro aspecto a tener en cuenta es cómo se distribuye el gasto público, apuntó. “La acción presupuestaria del Estado dominicano está muy marcada por el clientelismo, maquinarias partidarias entronizadas en el Estado y financiadas a través del presupuesto público”, lo que repercute en una mayor restricción del gasto social.