SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El proyecto gubernamental de construir dos plantas a carbón para añadir 750 megavatios al sistema no es más que una estrategia fallida para resolver el acuciante problema eléctrico y reducir los altos costos de la energía en el país. Asimismo, el gravamen a las compras de internet que superen los 200 dólares no es más que “un nuevo parche tributario” en detrimento de los consumidores.
Así lo denunció este sábado el Partido Reformista Reformista Social Cristiano (PRSC), uno de los aliados tradicionales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), algunos de cuyos altos dirigentes ocupan altas posiciones en el Gobierno, en un documento elaborado por su Comisión Técnica, contentivo de acres cuestionamientos a las políticas tributaria, de endeudamiento, energética y financiera de la administración del presidente Danilo Medina.
Señalan los reformistas que el Proyecto de Punta Catalina constituye un “vano” intento de resolver el problema a través de la instalación de dos plantas a carbón todavía carentes de financiamiento”, que no impactará en una reducción del alto precio que se paga por la energía en el país.
Aseguran que las plantas reducirán el costo de generación, pero no así el precio final al consumidor, “al no parecer abordarse con la profundidad y urgencia debidas el sistema de fijación de compra de energía de distribuidores a generadores”. Proponen, en este sentido, “re-estatizar el servicio –que califican como “el peor del hemisferio occidental”- para privatizarlo regionalmente, e integrar verticalmente las áreas de generación y distribución.
En el ámbito tributario, la Comisión Técnica del PRSC califica la propuesta de la Dirección General de Aduanas (DGA) de gravar las compras vía internet, como “un nuevo parche tributario que agrava la injusticia a consumidores y las frustraciones gubernamentales en términos de recaudaciones”.
El PRSC propone, en cambio, “simplificar el sistema tributario,eliminando impuestos y unificando y reduciendo tasas. Solo de esta forma “se podrá disminuir la evasión que mantiene baja la presión tributaria, a pesar tantas reformas propiciadas en los últimos años”, consigna el organismo reformista, que preside el economista Guillermo Caram.
Endeudamiento crece a un ritmo “cuatro veces superior” al PIB
El PRSC externa también su preocupación por el “excesivo endeudamiento público”, que cifra en “US$24 mil millones de dólares del Gobierno y US$8 mil del Banco Central”, y crece “a un ritmo cuatro veces superior al de la economía”. Atribuye el origen de la deuda al déficit fiscal “originado por gastar más que lo recaudado”.
Estima que para reducir el monto de la deuda pública, el Gobierno debe “dejar de pedir prestado” y gastar menos, ya que actualmente un 36% de los fondos los absorbe la “burocracia”, un 30% .s gastos, “constituidos en un 36% en burocracia y un 30 los subsidios, sobre todo el del sector eléctrico, y el resto el pago mismo de la deuda.
Crecimiento “mal distribuido”
“No podemos seguir creciendo sin una adecuada distribución de los beneficios, a través de una mejoría del empleo ante niveles de desempleo que se mantienen igual como los dejó el PRSC en 1996 (15%), afectando especialmente a la juventud”, sostiene. Critican, en ese orden, que “mientras el 20% de la población rica es un 4% más rica que en 1998, el 20% más pobre” sea aún más es igualmente más pobre que en el 1998, por lo que “resulta imperativo estimular las actividades económicas productora de bienes de y generadoras de puestos de trabajo como la agricultura, industria y construcción de empleo intensivo de mano de obra”.
Los técnicos reformistas cuestionan además las deficiencias en del sistema de seguridad social, puntualmente en las áreas de atención primaria, cobertura de enfermedades y financiamiento del sistema subsidiado, así como en el aspecto de los riesgos laborales.
Aseguran que “el sistema financiero no está respondiendo oportunamente con los créditos adecuados a la economía, principalmente a través de la alta tasa de interés”, debido principalmente al elevado déficit fiscal, “puesto que para cubrirlo el Estado tiene que atraer recursos privados para financiarlos mediante altas tasas, equivalentes a 24 y 48 veces superior al de nuestro principal socio comercial (Estados Unidos), provocando además que dinero privado que debería quedarse activando la economía termine en las arcas públicas financiando déficits.