Ciudad del Vaticano, 12 dic (EFE).- El papa Francisco afirmó hoy que es "difícil" presumir de la sociedad de bienestar en América cuando el continente "se ha acostumbrado" a que miles de niños, mujeres y ancianos sean excluidos o agredidos.
"Qué difícil es presumir de la sociedad del bienestar cuando vemos que nuestro querido continente americano se ha acostumbrado a ver a miles y miles de niños y jóvenes en situación de calle", dijo durante una misa por la fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y del continente americano.
Francisco, que pronunció su homilía en español, recordó a aquellos jóvenes que "duermen en las estaciones de trenes, del subte (metro) o donde encuentren lugar".
"Niños y jóvenes explotados en trabajos clandestinos u obligados a conseguir alguna moneda en el cruce de las avenidas limpiando los parabrisas de nuestros autos, y sienten que en el 'tren de la vida' no hay lugar para ellos", lamentó.
El pontífice argentino también recordó a aquellas familias americanas que "van quedando marcadas por el dolor al ver a sus hijos víctimas de los mercaderes de la muerte".
"Son situaciones que nos pueden paralizar, que pueden poner en duda nuestra fe y especialmente nuestra esperanza, nuestra manera de mirar y encarar el futuro", advirtió el pontífice, que recomendó afrontar estos hechos con "fe recia y servicial"
Por otro lado, subrayo lo "duro" que resulta ver cómo se "ha normalizado la exclusión de nuestros ancianos", obligándoles, dijo, "a vivir en la soledad, simplemente porque no generan productividad".
Y recordó a las mujeres, que "son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa" ya desde su niñez o adolescencia, tal y como ya denunció en 2007 la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en el "Documento de Aparecida".
"Son situaciones que nos pueden paralizar, que pueden poner en duda nuestra fe y especialmente nuestra esperanza, nuestra manera de mirar y encarar el futuro", advirtió el pontífice, que recomendó afrontar estos hechos con "fe recia y servicial".
La ceremonia comenzó a las 18.00 hora local (17.00 GMT) en la imponente basílica de San Pedro del Vaticano, donde el pontífice en primer lugar veneró un icono de la Virgen de Guadalupe, patrona de América.
El acto comenzó con un desfile de banderas americanas, encabezado por la enseña argentina, por la nave central de la basílica vaticana, donde resonaron ritmos procedentes del continente americano.
En su homilía, el papa también alertó de una sociedad "cada vez más marcada por los signos de la división y fragmentación".
Esto, en su opinión, deja "fuera de juego a muchos, especialmente a aquellos a los que se les hace difícil alcanzar los mínimos para llevar adelante su vida con dignidad".
"Una sociedad a la que le gusta jactarse de sus avances científicos y tecnológicos, pero que se ha vuelto cegatona e insensible frente a miles de rostros que se van quedando por el camino, excluidos por el orgullo que ciega de unos pocos", reivindicó el papa.
Y continuó: "Una sociedad que termina instalando una cultura de la desilusión, el desencanto y la frustración en muchísimos de nuestros hermanos; e inclusive, de angustia en otros tantos porque experimentan las dificultades que tienen que enfrentar para no quedase fuera del camino".
En su opinión, todo apunta a que, sin darse cuenta, el mundo se ha acostumbrado a vivir en lo que denominó "la sociedad de la desconfianza".
"Con todo lo que esto supone para nuestro presente y, especialmente, para nuestro futuro; desconfianza que poco a poco va generando estados de desidia y dispersión", apuntó.
El papa Bergoglio, el primero latinoamericano, celebró hoy por tercer año consecutivo una misa en honor a la Virgen de Guadalupe, por la que siente una gran devoción y ante la que rezó durante su visita a México en febrero de 2016. EFE