SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los países importadores de petróleo tienen que aprovechar la depreciación actual del crudo como una oportunidad para generar reservas y “aprovisionarse”, ante la histórica volatilidad de precios que ha caracterizado el comportamiento de este mercado.

“Después de todo, todo lo que sube, baja, y finalmente encuentra su camino para volver a subir”, señala al respecto Francisco Carneiro, economista líder del Banco Mundial para la región del Caribe.

En un artículo publicado en el blog del organismo, el economista sugiere que “para mitigar los posibles impactos de la caída de los precios del petróleo sobre el medio ambiente, podrían modificarse los impuestos a los combustibles para reducir el incentivo de aumentar el consumo”.

Señala que aunque en el corto plazo el petróleo barato es “una bendición” para los que lo importan, en América Latina y el Caribe “existe el temor de que, debido a la caída de los precios y las presiones que esto podría sumar a un entorno económico ya debilitado en Venezuela, el acuerdo de Petrocaribe pueda ser interrumpido”.

Carneiro describe a Nicaragua, República Dominicana, Guyana, Jamaica y Haití como los países de la región “más expuestos a Petrocaribe, debido a la cantidad de petróleo que importan en el marco del acuerdo y el tamaño de su deuda con Venezuela”.

Bajo los términos del acuerdo de cooperación energética, Venezuela normalmente ofrece a estas naciones financiamiento de hasta la mitad de la factura de petróleo, a una tasa de interés del 1 % a 2 %, pagadero en hasta 25 años y con un período de gracia de 2 a 3 años.

oil prices graph spanish

“El mayor desafío será si los precios del petróleo comienzan a aumentar de nuevo en un escenario en el que el acuerdo de Petrocaribe ha sido interrumpido.  Pero esto aún está por verse”, advierte.

Plantea que por ahora, la caída de los precios de la energía “pueden ser vista como una reducción de impuestos para el hogar medio y como una ganancia inesperada para muchos países, especialmente los que dependen fuertemente del petróleo para la generación de energía, como en el Caribe, por ejemplo”.

“Lo único que se puede decir con seguridad acerca de los precios del petróleo es que son muy volátiles, y muy difíciles de predecir”, indica el analista.

“Si se tiene en cuenta lo lejos que estamos ahora del precio promedio histórico del petróleo desde la fecha en que alcanzó los US$22,50 por barril, no debería haber ninguna duda de que nuevas caídas de precios son posibles”. Caneiro recuerda que, en efecto, en el 2001 el barril de petróleo se cotizaba a US$20 en la bolsa de Nueva York.