SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El 2014 arroja un balance muy negativo para la clase trabajadora dominicana en aspectos nodales como la organización sindical y la negociación colectiva, denunciaron los principales gremios sindicales, al enumerar casos de “prácticas antisindicales” que se reportaron en empresas privadas y también públicas del país.

En su análisis de fin de año, las centrales Autónoma Sindical Clasista (CASC), Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) y el Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS) citaron la “suspensión y posterior desvinculación” de la directiva de la Asociación de Controladores Aéreos (ADCA), por parte del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), acción que tildan de “ilegítima”.

Señalan que una suerte similar corrió el Sindicato de Transportistas de Combustibles (SACTPA), “por atreverse a lanzar la negociación colectiva por rama de actividad y enfrentar la oposición de las distribuidoras a negociar” mejores condiciones laborales.

Sostienen, asimismo, que en el 2014 se retomó “el uso abusivo del derecho penal con el objetivo de criminalizar el ejercicio de la libertad sindical, como está ocurriendo contra el sindicato de la empresa EdeNorte”, distribuidora eléctrica de propiedad estatal.

Otro caso “de dura represión” se dio, según las centrales, en la empresa de refrescos Imperio, en la provincia Espaillat, donde tan pronto fue notificada la constitución del sindicato, desahuciaron a los principales dirigentes”.

Indicaron que casos similares ocurrieron en las empresas de zonas francas: DMG International, de Villa González; en la Sewin Products, de Tamboril; y en Eurotex, también de la provincia Santiago.

Además habrían incurrido en prácticas abiertamente “antisindicales” la minera Barrick Gold y la empresa Nestlé. Agregan que “los trabajadores de las empresas de call centers que se han organizado, han sido víctimas de discriminación, se les reducen los salarios, son cambiados de posición han sido objeto de más de 5 sometimientos a las Cortes de Trabajo por los empleadores”, en procura de su despido.

A todo esto “se suma a la práctica de sonsacar dirigentes sindicales en las empresas prometiéndoles dadivas y ascensos para que renuncien de sus posiciones, lo cual evidencia que se ha producido un aumento drástico en las prácticas desleales antisindicales en la empresa privada y en el Estado”, concluye el documento de la CASC, la CNTD y el CNUS.