(EFE).- La compañía de telecomunicaciones Orange triplicó su beneficio neto en 2015, hasta los 2.652 millones de euros, frente al registrado el año anterior, lo que supuso un crecimiento del 186,7 %, anunció la empresa.
Este resultado llega en medio de las negociaciones que mantiene Orange con su competidora Bouygues para hacerse con su rama de telecomunicaciones.
El gran aumento del beneficio se debe, según explica la compañía en un comunicado, a la disminución de la carga fiscal, especialmente en España, y a los efectos de la cesión de Orange Dominicana en 2014.
También lo atribuye al aumento del resultado neto de las actividades cedidas referentes a la operadora de móviles británica EE -formada por Orange y Deutsche Telekom-, a la progresión del resultado de explotación y a la mejora del resultado financiero.
Mientras, el ebitda (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization /beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la compañía se estabiliza en los 12.246 millones de euros, un 0,1 % superior en base comparable al del año pasado, cuando conoció una disminución del 2,5 %.
Igualmente estable se muestra la cifra de negocio, que bajó en 2015 hasta los 40.236 millones, un 0,1 % (47 millones de euros) por debajo del año anterior.
La deuda financiera neta del grupo Orange se elevaba hasta los 26.552 millones de euros al final de 2015, un aumento de 462 millones respecto a la registrada el 31 de diciembre de 2014, debido en gran parte a la adquisición de la española Jazztel, que generó una deuda neta de 4.000 millones.
Orange conoció una clara progresión de su base de clientes, hasta los 201,2 millones en su división de móviles (+3,2 %), gracias especialmente a su progresión en África, con más de la mitad de sus usuarios.
Para el presidente director general de la compañía, Stéphane Richard, el crecimiento es "el resultado de un desempeño comercial muy sólida, en particular en la altísima velocidad, y de la continuación de control de los costes".
"En Europa, nuestra prioridad sigue siendo la convergencia fijo-móvil, como en España, donde la integración de Jazztel supera nuestros objetivos y nos ha permitido alumbrar al actor convergente más dinámico del mercado", agregó.
El pasado mes de enero, Orange y Bouygues Telecom confirmaron que se habían abierto "discusiones preliminares" con vistas a su fusión, que de llevarse a cabo supondría cambiar el paisaje de las telecomunicaciones en Francia, al reducirse de cuatro a tres el número de operadores en el mercado.
En su comunicado de hoy, Orange señala que las negociaciones continúan y que requerirán "al menos varias semanas" antes de alcanzar una decisión.
"Orange solo actuará en el interés de sus accionistas, de sus asalariados y de sus clientes, y prestará especial atención a la creación de valor de un proyecto así", agrega. EFE