El presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), Antonio Ramos, expresó que el comercio ve con buenos ojos las acciones tomadas por el Gobierno dominicano en defensa de los sectores productivos, al conformar la Comisión de Alto Nivel para evaluar el impacto en el sector agropecuario del DR-CAFTA (Siglas en inglés del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica).

Asimismo, reclamó la realización de “acciones enérgicas y similares contra los factores que distorsionan el comercio local, como son las importaciones realizadas vía paquetería expresa, las pacas y los shippings” o mudanceras.

Ramos dijo que “todos estos canales, shippings, paquetería expresa, pacas" alimentan la informalidad en el comercio y han crecido "de manera tal que ya supera a las actividades formales”.

Indicó que a esto se suma la entrada al país de mercancías violando leyes vigentes y sin pagar impuestos a través de las diferentes vías.

“Empresas mudanceras, pacas, paquetería expresa, se han convertido en un canal a través del cual están llegando todo tipo de productos, que amenazan ya no solo el comercio formal sino la propia seguridad del país. Estos son canales que se prestan para cometer ilícitos que deben ser perseguidos con toda la fuerza del Estado”, expresó.

Resaltó que todos los productos que se importan al país deben cumplir con sus obligaciones fiscales y legales, debido a que cuando se abre un canal como el caso de las ayudas alimentarias o el de la paquetería expresa que violan las disposiciones contenidas en las leyes se convierten en llaves abiertas para la evasión.

“Estamos siendo testigos de los decomisos hechos en estas últimas semanas por la Dirección General de Aduanas (DGA) de productos de todos tipos, piezas de motores, toneladas de arroz, electrodomésticos nuevos y usados, prendas de vestir nuevas con etiquetas, entre otras cosas, que han llegado al país bajo el disfraz de ayuda alimentaria y utilizando el canal de las empresas mudanceras”, dijo el representante de la ONEC.

Sostuvo que cuando estas mercancías entran al mercado dominicano “se convierten en parte de esa competencia desleal que está destruyendo a las empresas comerciales que pagan sus impuestos, crean empleos y aportan sostenibilidad al país”.