REDACCIÓN INTERNACIONAL.-Con el reloj en marcha para evitar otro cierre parcial del gobierno, las conversaciones durante el fin de semana en busca de un acuerdo sobre seguridad fronteriza se interrumpieron sin que se llegara a un acuerdo.
Si bien los legisladores podrían tratar de rechazar el enfrentamiento con otro acuerdo de financiamiento temporal, el Presidente bien puede resistirse a firmar un proyecto de ese tipo, opina el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.
Si no se llega a una solución, nueve departamentos federales y agencias relacionadas volverían a cerrar después del próximo viernes.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump irá hoy a El Paso, Texas, para un mitin en el que apoyará la construcción de un muro, mientras los partidos en el Congreso siguen enfrentados por cuestiones de inmigración.
El nudo gordiano
El problema está en que los demócratas están presionando para que se establezca un límite legal de 16,500 camas en los centros de detención para las personas que son detenidas en EE. UU., que es lo que creen que constituye un mecanismo adecuado para enfocar las políticas internas de la administración Trump.
Los republicanos dicen que eso es arbitrario y permitirá que los delincuentes se desplacen libremente por el país. Creen igualmente que algunos inmigrantes indocumentados que cometen delitos en los EE. UU. deberían estar exentos del límite, algo con lo cual los demócratas no están de acuerdo. Este es un desacuerdo fundamental en las conversaciones.
También hay desacuerdo sobre cuánto gastar en las barreras fronterizas y dónde deberían colocarse esas estructuras.
La situación recuerda a la que se produjo en diciembre y que no ha cambiado nada.
"Entre los temas en los que se enfocan los negociadores demócratas están las detenciones de Inmigración y Control de Aduanas de inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en los Estados Unidos, no solo cruzando la frontera. También insisten en que quieren un límite en las camas de detención para obligar al ICE a priorizar cuáles inmigrantes indocumentados toma en cuenta ya dentro Estados Unidos, y dicen que sin esto la agencia aumentará las redadas de deportación en las comunidades locales sin una razón válida", escribieron Marianne Levine, Heather Caygle y Burgess Everett, en POLITICO.
"Los oficiales superiores están expresando una mayor preocupación de que las tropas desplegadas no estén ejecutando las misiones y el entrenamiento necesario para sus misiones regulares, mientras que otras unidades militares ahora deben asumir los deberes de rutina en nombre de sus colegas desplegados", comentan Emily Cochrane, Maggie Haberman Eric Schmitt de The New York Times.
El gobierno cierra el viernes. Eso deja solo cuatro días completos de sesiones para mover un proyecto de ley a través de la Cámara de Representantes y el Senado.
En el Washington Post, un trabajador federal, abrumado por los efectos del cierre la primera vez, se pregunta, ante la cercanía de la fecha tope para una nueva parálisis: “¿Cómo se supone que voy a salir de esto?", cita Eli Sallow.
Según oyó decir el Huffington Post, la Cámara demócrata está considerando aprobar una cuenta de gastos provisional de varias semanas para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), junto con un adjunto con el resto de las cuentas de gastos pendientes. El proyecto de ley del DHS incluirá las restricciones deseadas en el muro fronterizo y en las camas de detención.
Y pudiera esperarse que la Casa Blanca sea más explícita en los próximos días. El presidente Donald Trump irá a El Paso, Texas, esta noche para un mitin. “Anoche recibimos una llamada de la administración, prometiendo una declaración en el registro sobre el estado de las conversaciones. La declaración nunca llegó, pero el escozor la picazón por entrar en el juego parecía ser real”, dijo el Huff Post.