El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, escribió un artículo respondiendo a los cuestionamientos que han surgido en todo el mundo luego de conocerse los llamados Papeles de Panamá. El presidente de Panamá pide que no se condene a su país, que la evasión fiscal es un problema global, y que su país no es responsable por ello. Vea el artículo de Juan Carlos Varela:
No culpen a Panamá; la evasión de impuestos es un problema global
PANAMÁ — A pesar de su nombre, los Papeles de Panamá no se tratan solo de Panamá. Ni siquiera se refieren principalmente a las empresas panameñas. Son más de 11 millones de documentos —que fueron hackeados de forma ilegal y divulgados la semana pasada— relacionados con empresas registradas en el extranjero (también conocidas como sociedades offshore) que le han dado la vuelta al mundo al revelar la vulnerabilidad y el abuso rampante de las estructuras financieras legales usadas por los ricos.
Han sido injustamente llamados los Papeles de Panamá porque este conjunto de documentos procede de una firma de abogados con sede en Panamá, pero la evasión de impuestos es un problema mundial.
Panamá no se merece ser señalado en un tema que afecta a muchos países. Pero estamos dispuestos a aceptar la responsabilidad, en aras de una mayor transparencia y porque es una continuación de las reformas que ya hemos emprendido. El mundo tiene que hacerle frente a este problema de manera colectiva y con urgencia, y Panamá está dispuesto a abrir el camino.
El alcance de la información revelada es impresionante: los archivos incluyen datos sobre más de 14.000 bancos, bufetes de abogados, corporativos y otros intermediarios de más de 100 países, lo cual solo es una pequeña parte de una industria mundial que alberga miles de millones de dólares.
El hecho de que algunos puedan manipular el sistema para ocultar sus riquezas no solo es injusto, sino que también perjudica al desarrollo global mediante el desvío de los ingresos que podrían destinarse a la educación, salud e infraestructura.
Contrario a lo que reportan los medios de comunicación, Panamá no tiene medidas especiales para el establecimiento de estructuras offshore. La asociación de Panamá con esas actividades proviene del hecho de que solo cobramos impuestos por los ingresos derivados de las actividades económicas dentro de Panamá, no desde afuera, de conformidad con las leyes y jurisdicciones pertinentes. Estas reglas, basadas en leyes de Nueva York y Delaware, se originaron en 1927 y son comunes hoy en día. Si bien estas leyes han sido reforzadas por regulaciones adicionales, aún pueden ser manipuladas con fines ilícitos.
Sin duda, en gobiernos anteriores Panamá fue un objetivo para el lavado de dinero. Hoy en día, Panamá se compromete a adoptar todas las reformas de transparencia necesarias para satisfacer a la comunidad internacional. En los 21 meses de mi administración, Panamá ha tomado pasos decisivos para aumentar la transparencia y fortalecer nuestros sistemas financieros y legales. Desarrollamos una red robusta de tratados bilaterales que permiten el intercambio de información. Las normativas “Conoce tu cliente” han sido sustancialmente fortalecidas y ampliadas no solo para los sectores financieros y corporativos, sino también para las industrias no financieras vulnerables al abuso.
A partir de enero exigimos que se certifique la identidad de los accionistas para todas las sociedades panameñas. He anunciado el compromiso de Panamá con el intercambio automático de información financiera y corporativa. Además hemos propuesto procedimientos que son consistentes con los objetivos de la comunidad internacional, incluyendo los de la Organización para el Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a través de su propuesta de Estándares de Procedimientos Comunes.
Este conjunto de medidas han sido reconocidas y validadas por la comunidad internacional, incluyendo al Grupo de Acción Financiera (GAFI) que reconoció el “avance significativo” de Panamá en el combate al lavado de dinero cuando nos removió de su “lista gris”. La exclusión de Panamá de la lista se logró en tiempo récord.
Desde 2013 nuestra posición en la clasificación de transparencia financiera elaborada por la organización no gubernamental, Tax Justice Network, ha mejorado sostenidamente. Tanto así que hoy superamos a Japón, Alemania y Estados Unidos en esta clasificación. También hemos avanzado positivamente en una revisión de contrapartes realizada por el Foro Global de la OCDE. Las reformas emprendidas por Panamá, junto con otros esfuerzos internacionales, han producido resultados.
A pesar de los avances, aún queda trabajo por hacer para eliminar el problema de la evasión fiscal en Panamá y el mundo. Es por ello que he anunciado la creación de una comisión integrada por expertos internacionales que evalúe nuestras prácticas, determine buenas prácticas y proponga la adopción de medidas específicas, las cuales serán compartidas con otros países a fin de fortalecer la transparencia financiera y legal en todo el mundo.
Quiero dejar muy claro que Panamá continuará colaborando con otras jurisdicciones, tal como lo ha venido haciendo en temas judiciales para el procesamiento de ofensas que son ilegales en nuestro Código Penal. Seguiremos colaborando con el intercambio de información financiera y legal al dar cumplimiento a los múltiples tratados ratificados por la República de Panamá.
Reiteramos nuestra disposición a establecer un diálogo con la OCDE y su Foro Global para alcanzar acuerdos sobre transparencia financiera que pueda contribuir al desarrollo económico de nuestros países.
Después de décadas de dictadura, Panamá es una democracia estable. Es la sede de más de 100 empresas transnacionales y un país donde impera la ley y no el capricho personal. En aras de fortalecer nuestra democracia debemos continuar siendo un gobierno comprometido con la transparencia, la rendición de cuentas, la separación de poderes y el fortalecimiento institucional. Nuestra respuesta a la crisis actual pondrá a prueba nuestra determinación y potencial.