SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La crisis eléctrica golpea con más intensidad a los hogares y empresas de menores recursos, al tiempo que sustrae disponibilidad de fondos públicos para salud, educación y otros servicios básicos, indicó la más alta funcionaria del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la República Dominicana.
De la eficiencia operativa y la sostenibilidad financiera del sector dependen en buena medida “unas finanzas públicas sanas, que permitan realizar las inversiones en la mejora de los servicios de salud, educación, agua potable, saneamiento, etcétera, para mejorar la calidad de vida de los dominicanos”, precisó la representante residente del BID, Flora Montealegre.
Citando un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), que fue auspiciado por el BID, Motealegre dijo que sus resultados muestran “muy claramente que la crisis del sector a los que impacta de manera más fuerte es a aquellos hogares y personas de menos recursos, y a las micro y pequeñas” empresas.
El sector eléctrico tiene un papel “central en el desarrollo económico de la RD; de su desarrollo adecuado depende en buena medida cualquier estrategia de crecimiento económico que sea sustentable, como también los temas de reducción de la pobreza y la desigualdad”, sostuvo.
Pérdidas e institucionalidad
Explicó que el tema de la reducción de las pérdidas técnicas y financieras ha sido “el centro” de la estrategia del BID con respecto al sector eléctrico dominicano.
“Ha sido bajo el firme convencimiento de que es en ese renglón donde se pueden obtener a corto y mediano plazo mejoras sustanciales de la eficiencia operativa de las empresas de distribución eléctrica, e impulsar de esa manera la sostenibilidad del sector”, expuso.
Montealegre reconoció los esfuerzos desplegados y resultados obtenidos en este ámbito por Programa de Reducción de Pérdidas de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
“Ha mostrado que sí se puede, que los usuarios paguen, que si se pueden reducir las perdidas no en un 1 o 2 por ciento anuales, sino que circuitos que se intervienen de manera integral, con previsión y rehabilitación de redes y con programas sociales se pueden reducir las pérdidas en un 10%, 15%, 20% y más”.
No obstante, para solucionar los problemas del sector se requieren de “una institucionalidad sólida y coordinada, que garantice frutos tangibles", en beneficio de toda la población, dijo la funcionaria del BID durante la presentación del Estudio de Eficiencia Energética que desarrollan la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la CDEEE, con apoyo del Gobierno japonés.