Santo Domingo. – El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, expresó que ve con preocupación el surgimiento de aprestos para la modificación de la Ley de Impuestos a los Hidrocarburos, al margen de un gran Pacto Fiscal que garantice la sostenibilidad financiera del Gobierno.
Si bien reconoce que en la República Dominicana estos impuestos son altos para los estándares regionales de América Latina, y que el país necesita racionalizar su sistema tributario, considera que hasta que se tengan alternativas claras de financiamiento fiscal es mejor no tocar esa fuente de ingresos.
Sobre el impacto de las alzas de los precios de los combustibles en los pasajes del transporte de pasajeros, consideró que la respuesta a la justa demanda popular debe ser el desarrollo de un buen y seguro sistema de transporte colectivo que pueda operar con costos mucho más reducidos y que supere el estado anárquico que impera en la actualidad.
“¿Qué haríamos para compensar su efecto en las recaudaciones fiscales?, ¿incurrir en más deuda pública?, ¿disminuir servicios o inversiones públicas?, ¿aumentar otros impuestos?”
Santana observó que ante las dificultades para lograr un sistema tributario en el que prevalezca la recaudación de impuestos sobre los ingresos y la propiedad, los gobiernos latinoamericanos han optado por altos impuestos indirectos, “porque son de más fácil recaudación”.
Pero ante el escenario en que se reduzcan estos impuestos indirectos, sin implementar medidas compensatorias, el ministro de Economía se preguntó: “¿Qué haríamos para compensar su efecto en las recaudaciones fiscales?, ¿incurrir en más deuda pública?, ¿disminuir servicios o inversiones públicas?, ¿aumentar otros impuestos?”
Destacó que algunos proponen que, en vez de realizar los ajustes semanales tal como establece la Ley de Hidrocarburos, se haga con una periodicidad mayor. “Pero recordemos la historia: antes se pasaban meses y años sin hacer los ajustes, por lo que, cuando terminaban haciéndose, se habían acumulado desfases tan grandes que provocaban conmociones sociales, con muertos y heridos en las calles”.
“Esa historia de decisiones opacas y discrecionales” terminó con la Ley 112-00, que definió la fórmula para la determinación automática de esos impuestos, dependiendo de las variables que inciden en ellos, observó. Estas variables son los precios internacionales, el tipo de cambio, los márgenes de intermediación y la inflación.
El funcionario explicó que La Ley de Hidrocarburos constituyó un gran esfuerzo para transparentar la determinación de esos impuestos. Precisamente, la consigna que se lanzó “Si sube, sube, y si baja, baja” se refería a la no manipulación de los precios internos por parte de los gobiernos, pues estos precios quedan definidos por variables preestablecidas.
Destacó que en lo general los impuestos a los combustibles tienen un carácter progresivo, consistente en que afectan más a los estratos más acomodados, además de su claro impacto en la defensa del medio ambiente, y porque desestimulan el uso de combustibles fósiles.