Sao Paulo, Brasil (EFE).- El grupo Odebrecht, implicado en un escándalo de corrupción de dimensión internacional, anunció hoy a Luciano Nitrini Guidolin como nuevo presidente en el marco del "proceso de transformación" por el que atraviesa la corporación.

"Luciano Guidolin es considerado en el grupo como el líder de una nueva generación de empresarios. Reemplazará a Newton de Souza, que estaba en el cargo desde 2015 y será vicepresidente del Consejo de Administración de Odebrecht S.A", señaló Odebrecht en un comunicado divulgado este viernes.

El nuevo presidente tendrá como principal misión dar "continuidad a la reestructuración empresarial y el desafío de llevar a Odebrecht de vuelta al crecimiento".

Guidolin, de 44 años, es natural del estado de Sao Paulo, descendiente de inmigrantes italianos y trabaja en el grupo desde hace 12 años.

El ejecutivo está formado en Ingeniería de Producción en la Escuela Politécnica de la Universidad de Sao Paulo (USP) con una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Sustituirá en el cargo a De Souza, en la presidencia del grupo desde que su antecesor en el cargo, Marcelo Odebrecht, fue preso en 2015 y condenado a 19 años y 4 meses de cárcel por los millonarios desvíos destapados en la petrolera estatal Petrobras.

La corporación destacó que De Souza tuvo un "papel importante" en la coordinación de las negociaciones que llevaron a la firma de un acuerdo de colaboración con la Justicia brasileña por parte de 77 exdirectivos de la compañía, incluido Marcelo Odebrecht.

Odebrecht, la mayor constructora de Brasil, participó de un "cartel" con otras 15 importantes constructoras del país para hacerse con las licitaciones de manera fraudulenta de Petrobras, según ha descubierto la investigación, iniciada hace mas de tres años.

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Las autoridades comprobaron que ese exclusivo grupo obtenía contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores y repartían las diferencias entre directores de la petrolera estatal y partidos políticos que amparaban la práctica y legislaban a favor de estas empresas.

Según los testimonios de los antiguos ejecutivos divulgados en pasado abril, Odebrecht, la mayor constructora de Brasil, pagó 3.370 millones dólares en sobornos entre 2006 y 2014.

Solo en Brasil, la divulgación de los testimonios de los exdirectivos de Odebrecht hizo que la Corte Suprema autorizara la apertura de 76 investigaciones contra casi cien políticos con fuero privilegiado citados en las delaciones, entre ellos ochos ministros del Gobierno del presidente Michel Temer, que hoy cumple un año en el poder.

La corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, cuyas autoridades investigan el pago de sobornos a sus políticos de parte de la constructora.

El escándalo ha alcanzado a figuras importantes del panorama político de la región, con una orden de captura contra el expresidente peruano Alejandro Toledo, declarado prófugo, y ha salpicado al también exmandatario peruano Ollanta Humala y a los actuales gobernantes de Panamá, Juan Carlos Varela, y Colombia, Juan Manuel Santos, entre otros.

Además de pedir disculpas públicamente, Odebrecht anunció en diciembre pasado la firma de acuerdos por los que se comprometió a pagar multas por 6.960 millones de reales (unos 2.200 millones de dólares) a los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga.

Odebrecht trabaja actualmente para firmar acuerdos de ese tipo con otros países de Latinoamérica. EFE

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