TRÍPOLI, Libia (EFE).- Libia elevó su producción de petróleo a 685.000 barriles diarios, el doble que hace seis meses y una tercera parte de lo que generaba en 2011 antes del alzamiento rebelde que acabó con la dictadura de Muamar al Gadafi.
Según explicó hoy un portavoz de la Compañía Nacional libia de Petróleo (NOC por sus siglas en inglés), este aumento está relacionado con la reciente reapertura de los oleoductos procedentes de los yacimientos de El Feel y Sahrara, situados en el suroeste del país.
Sahrara, que producía en torno a 340.000 barriles antes de 2011 y que explota la española Repsol, retomó parte de su actividad en las dos últimas semanas, pero apenas hay información fidedigna sobre el Feel, que producía en torno a 90.000.
Libia, país que por su situación de inestabilidad ha quedado al margen del sistema de cuotas de la OPEP, es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera a que los rebeldes derrocaran la dictadura de Al Gadafi.
Cinco años después, dos gobiernos, uno en Trípoli (oeste) y otro en el Tobruk (el único legalmente reconocido por la comunidad internacional), luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando.
De la situación se han beneficiado grupos yihadistas como la rama libia del Estado Islámico, Boko Haram o la organización de Al Qaeda en el magreb Islámico (AQMI) que han penetrado y extendido su influencia en el país.
A mediados de septiembre, tropas afines al Parlamento de Tobruk y leales a su hombre fuerte, el mariscal Jalifa Hafter, arrebataron los puertos de Sidrá y Ras Lauf a una milicia aliada al llamado gobierno de unidad nacional, instalado en Trípoli y apoyado por la ONU.