Washington, Estados Unidos (EFE).- El empeoramiento de las previsiones en México y Brasil, las dos grandes economías de Latinoamérica, y la profundización de la crisis venezolana frenarán el desarrollo de la región, que avanzará un 1,4 % en 2019, 6 décimas menos de lo calculado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en enero.

Así se refleja en el informe de "Perspectivas Económicas Globales" del FMI, presentado este martes por su economista jefe, Gita Gopinath, en el marco de la asamblea de primavera que se celebra estos días en Washington.

"La segunda mitad de 2018 en Latinoamérica fue débil y mucho de eso está afectando a 2019″, destacó Gopinath en una rueda de prensa, en la que repasó las razones que motivaron al FMI a rebajar sus previsiones para México, Brasil y Venezuela.

De acuerdo al informe, se prevé ahora que México avance un 1,6 % este año y un 1,9 % el próximo, 5 y 3 décimas menos de lo anticipado, respectivamente, debido a la incertidumbre que desprenden algunas políticas de la nueva Administración liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

"Esto ha sido la combinación de varios factores: una política monetaria que ha sido más estricta de lo que se esperaba y la incertidumbre política en torno al nuevo Gobierno, que ha alejado la inversión extranjera", observó Gopinath.

Para el director adjunto del Departamento de Investigación del Fondo, Gian Maria Milesi-Ferretti, la tensión comercial entre México y Estados Unidos de los últimos dos años "claramente" también ha afectado la rebaja en sus pronósticos.

Por su parte, Brasil, la otra gran economía latinoamericana, continuará su "recuperación gradual" con una expansión del 2,1 % este año, 4 décimas menos de lo previsto, y del 2,5 % el próximo, 3 más de lo estimado en enero.

"La principal prioridad en Brasil es contener el aumento de la deuda pública mientras se asegura que el gasto social necesario permanece intacto", subrayaron los expertos del FMI en su análisis.

Por otro lado, el colapso económico en Venezuela sigue empeorando y el FMI espera que el PIB caiga un 25 % en 2019, 7 décimas más que lo pronosticado en enero, debido a la "gran crisis humanitaria" que vive el país, según Gopinath.

El FMI mantuvo su previsión de inflación en 10.000.000 % para este año, el mismo cálculo de hace tres meses.

El índice ya aumentó un 929.789 % en 2018, según el último análisis de la institución multilateral.

El colapso en Venezuela "genera un importante arrastre en el crecimiento proyectado para la región", subrayó el Fondo en su informe.

Oya Celasun, jefa del Departamento de Investigación del FMI, que también participó en la rueda de prensa, apuntó al "desplome" de la producción de petróleo de Venezuela como una de las principales razones de su caída, además de la situación socioeconómica.

Sobre Argentina, la institución financiera cambió el pasado viernes las perspectivas de contracción hasta el 1,2 % para 2019, frente al 1,7 % calculado hace tres meses, pero empeoró la predicción de la inflación hasta el 30 % a final de año.

El FMI señaló que "los salarios nominales más altos, el aumento de aranceles planificado y la subida de las expectativas de inflación" resultarán en un incremento del nivel de precios del 30 % para finales de 2019, un 10 % por encima de lo proyectado en la segunda revisión del programa de asistencia del organismo.

El informe se da a conocer al comienzo de la asamblea primaveral del FMI y el Banco Mundial (BM), que congrega en la capital estadounidense a los líderes económicos mundiales de sus 189 países miembros y que se prolongará hasta el fin de semana. EFE