PARÍS, Francia (EFE).- La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, acumula respaldos importantes para convertirse en la candidata de consenso que busca Europa como sustituta de Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde el Viejo Continente el nombre de la ministra francesa no ha recolectado críticas ni oposiciones y sí una pléyade de adhesiones procedentes de las principales capitales y de Bruselas.
Confrontada a la amenaza de que la dirección del Fondo caiga en manos de un emergente, como reclaman algunos de estos países, Europa parece haber encontrado en la candidatura de Lagarde un consenso que les permita mantener el liderazgo de una institución de la que son el primer contribuyente.
Existe la idea de que una elección rápida favorecería la elección de un europeo, mientras que los emergentes pueden organizarse mejor si pasa el tiempo.
Y frente a la multiplicación de nombres que surgen desde los países emergentes, Europa apuesta con unidad por Lagarde.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, figura clave para la elección en 2007 de Strauss-Kahn, considera a la ministra francesa como "la candidata ideal".
Una "excelente elección", ha asegurado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, mientras que su homóloga germana, Angela Merkel, ha hecho saber su "simpatía" por Lagarde, al tiempo que ha instado a consensuar lo antes posible un nombre europeo.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, figura clave para la elección en 2007 de Strauss-Kahn, considera a la ministra francesa como "la candidata ideal"
De esta forma, se ha descartado una posible candidatura germana, de la que se habló durante los primeros días del escándalo Strauss-Kahn.
Bruselas no cita nombres de forma oficial, pero tanto el entorno del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, como el del presidente del Consejo, Herman van Rompuy, dejan entrever su predilección por una "mujer francesa".
En este contexto de unanimidad, la única voz discordante de peso es la del primer ministro polaco, Donald Tusk, que no excluye presentar a su compatriota Leszek Balcerowizc como candidato al FMI.
Resta París, que, por el momento, parece reticente a hacer campaña por su compatriota tras el sonrojo provocado por el caso de Strauss-Kahn.
Entre bambalinas, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, ha hablado del caso con Merkel y con el primer ministro británico, David Cameron, según citan medios franceses.
Londres tampoco ha mostrado oposición al nombramiento de Lagarde, sobre todo después de que Downing Street mostrara su oposición al nombramiento del ex primer ministro Gordon Brown, agregan los medios.
Sarkozy puede organizar el consenso entorno a Lagarde durante la cumbre del G8 que tendrá lugar la próxima semana, bajo su presidencia, en el balneario normando de Deauville.
Incluso entre la oposición política francesa el nombre de Lagarde no ha provocado grandes inquietudes.
François Hollande, postulante a las primarias de su partido para ser candidato la Presidencia del país, indicó que no hay ningún problema con Lagarde en cuanto a sus competencias, aunque emitió ciertas reservas sobre su orientación política.
Falta por saber cómo puede afectar a Lagarde la amenaza de la Fiscalía francesa de la apertura de una investigación judicial por abuso de poder ligada al pago de una indemnización millonaria al empresario Bernard Tapie. EFE
Ultraderechista Marine Le Pen pide la eliminación del FMI
PARÍS, Francia (EFE).- La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, pidió hoy la supresión del Fondo Monetario Internacional (FMI), calificado de "máquina infernal al servicio de la ideología ultraliberal".
Para Le Pen, el debate que se ha abierto sobre el nombre y la nacionalidad del futuro director gerente de esa institución tras la dimisión de Dominique Strauss-Kahn "no tienen ningún interés", porque la única cuestión válida es aquella sobre el futuro del FMI.
"Los planes de ajuste estructural que impone a los países en los que interviene se traducen sistemáticamente en la privación de los servicios públicos, el desmantelamiento del Estado, la caída de los salarios y de las pensiones y la supresión de la protección en las fronteras", indicó la dirigente ultraderechista.
A su juicio, "el FMI ha hecho demasiado daño a la población y no ha cumplido su misión, por lo que debe ser suprimido" para que se pueda volver "al espíritu original de la solidaridad internacional, con instituciones renovadas, respetuosas de la soberanía de las naciones y menos dogmáticas".
"Viejas entidades como la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco Mundial (BM) y el FMI han caducado, pervertidas por la ideología de los grandes bancos. Es hora de pasar la página de un viejo sistema, que se ha puesto al servicio de una casta financiera desconectada de la gente", concluyó Le Pen. EFE