Washington (EFE/Alfonso Fernández).- A medida que avanza el año, la división interna en la Reserva Federal (Fed) sobre el momento apropiado para una nueva subida de tipos de interés se ha acrecentado hasta reconocer argumentos razonables tanto en la retirada del estímulo como en su continuación.
Así lo reflejan las actas de la última reunión de política monetaria del banco central estadounidense, divulgadas este miércoles que indican que "se apuntó que podía sostenerse un argumento razonable tanto para el alza en este encuentro como para esperar a contar con información adicional sobre el mercado laboral y la inflación".
En concreto, el documento que se revela tres semanas después del encuentro señaló que por un lado algunos de los participantes "juzgaron que podría ser apropiado" un incremento en los tipos de interés "relativamente pronto" si el curso económico actual se mantiene sin cambios.
Mientras que, por el contrario, "otros prefirieron esperar a contar con más evidencia de que la inflación se estaba moviendo hacia la meta anual de inflación del 2 %".
"(EE.UU.) está en un momento en que la expansión económica tiene espacio suficiente para correr", dijo Dudley en un encuentro con empresarios en Albany (Nueva York).
La última subida de tipos de interés en EE.UU., hasta el actual nivel de entre 0,25 % y 0,50 % se produjo en diciembre pasado, en el primer movimiento de tasas desde 2008, cuando se recortaron hasta el entorno del 0 % para hacer frente a la aguda crisis económica.
Aunque la economía estadounidense mantiene una sólida recuperación económica, aún parece debilitada y el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó de nuevo las previsiones de crecimiento para 2016 a un 1,6 %, frente al 2,2 % anticipado en julio.
Las actas reconocen que la decisión del encuentro de septiembre de dejar sin cambios los tipos de interés fue "muy justa", y recogen el saldo de la votación final con siete a favor y tres en contra: la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George; la de Cleveland, Loretta Mester, y el de Boston, Eric Rosengren.
Este contraste de opiniones fue reconocido por la propia Janet Yellen, presidenta de la Fed, en la rueda de prensa posterior a la emisión del comunicado.
"Luchamos enormemente por tratar de entender los puntos de vista de los otros, y salir con un enfoque equilibrado y actuar responsablemente", dijo Yellen.
El banco central estadounidense cuenta con un doble mandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios.
Si bien el mercado laboral ha continuado dando muestras de progresiva mejoría, con la tasa de desempleo situada actualmente en el 5 %, la inflación todavía se encuentra poco por encima del 1 % anual, lejos de la meta del 2 % del organismo dirigido por Yellen.
Hoy mismo, el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, quien cuenta con voto permanente en las reuniones, sostuvo que el banco central puede actuar "con bastante suavidad" a la hora de retirar el estímulo monetario, ya que la expansión económica aún "tiene espacio suficiente por recorrer".
"(EE.UU.) está en un momento en que la expansión económica tiene espacio suficiente para correr", dijo Dudley en un encuentro con empresarios en Albany (Nueva York).
La próxima reunión de política monetaria de la Fed está prevista para el 1 y 2 de noviembre, justo una semana antes de las elecciones presidenciales, y los mercados apuntan a que el organismo esperará a diciembre, el último encuentro del año, para encarecer el precio del dinero.
Wall Street no se mostró muy sorprendido por la patente división de la Fed y cerró en territorio mixto, con un avance del Dow Jones de Industriales, su principal indicador, de un 0,09 %, mientras que el índice Nasdaq bajó un 0,15 %. EFE