SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) apoyó la posición de Pro Consumidor de no registrar el contrato de adhesión de una entidad que ofrece micropréstamos a 365 % anual e instó a la entidad gubernamental a actuar firme contra todo tipo de usura.
El presidente de la entidad, Antonio Taveras Guzmán, dijo que la empresa Vivus S.R.L. intentó formar parte de la membresía de la asociación, pero le fue impedido porque la naturaleza del negocio que realiza “colide con la filosofía y el discurso histórico herrerianos.”
“A esta entidad no le fue admitido un patrocinio que quiso hacer para una actividad pública de nuestra asociación por entender que con la aceptación de esto estaríamos traicionando los principios de la institución y comprometiendo el buen nombre de sus líderes”, sostuvo Taveras Guzmán.
El dirigente empresarial reclamó un marco legal fuerte que castigue las operaciones financieras usureras y los formatos de pirámides, sin importar de donde provengan y pidió la alineación en este propósito del Banco Central, la Junta Monetaria, las superintendencias de Bancos, Valores, Seguros y Pensiones.
Asimismo, favoreció la revisión de la Ley de Pro Consumidor para conferir el mayor grado de potestad a esa institución a fin de enfrentar con aplicación de consecuecias drásticas las prácticas usureras, que no sólo engañan a la gente, sino que convierten en basura su historial de crédito.
El presidente de la AEIH dijo que los llamados “préstamos rápidos” de entidades desreguladas están creciendo en todo en el mundo y que en varios países, como en España, han encontrado el rechazo de las asociaciones de consumidores.
“Abundan los testimonios de ciudadanos que, ilusionados por el dinero fácil, han aceptado préstamos rápidos bajo contratos confusos, ambiguos y malintencionados, y terminan pagando cara la aventura”, señaló Taveras Guzmán.
Advirtió que donde quiera que exista dinero fácil y la oferta de grandes rendimientos, fuera de las leyes y las regulaciones, mucho mayor es el riesgo para los agentes económicos. “Pedimos a los ciudadanos no escuchar los cantos de sirenas financieras que sólo traen pobreza y destrucción”, argumentó.