Hay muchos partidos populistas que han llegado al poder o que están en una carrera apretada en muchas economías importantes, tanto de izquierda como de derechas.  Dentro de los gobiernos de “manos dura” o populistas, que gobiernan desde hace ya un tiempo se encuentran dentro de los más significativos: China, Rusia, Turquía, India, Egipto, Sur África, Indonesia, Vietnam, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador y Venezuela. Los más recientes en sumarse a tan prestigiosa lista, incluyen grandes sorpresas así como otros países no tan sorpresa: Inglaterra, Alemania, Austria, Hungría, Polonia, Finlandia y Filipinas. No menos importante, son los países donde hay partidos populistas que están participando en las próximas elecciones presidenciales y tienen oportunidad de ganar la contienda: Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia.

Desafortunadamente para la sociedad y de acuerdo con la tercera ley de Newton (por cada acción hay una reacción igual en magnitud y opuesta en dirección)  esto tiene una inmensa repercusión, en varios aspectos, incluyendo el económico.  Este lunes el presidente Obama, canceló una reunión con el recién elegido en Junio presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte.  El presidente Duterte, ganó las elecciones, entre otras cosas, proponiendo "mano dura" para terminar con la delincuencia. Desde Junio a la fecha, han muerto más de mil ochocientas personas ejecutadas sumariamente por la policía o escuadrones de la muerte asociados al gobierno. El presidente de los Estados Unidos se vio obligado a re-agendar, sin fecha cierta, la reunión programada para este martes 6 de Septiembre en Laos, debido a los epítetos con los que el presidente de Filipinas se refirió al encuentro próximo y su negación a hablar de los alegados crímenes de su gobierno. Muchos expertos se quedaron sorprendidos por las provocaciones del presidente filipino, debido a que es Estados Unidos su mayor aliado y defensor a la hora de implementar la decisión del Tribunal de la Haya de Junio 2016, de favorecer a Filipinas en contra de China, en el mar Chino.

La semana pasada, el presidente de México, Enrique Peña Nieto dividió a su gabinete y desplomo su popularidad, gracias al papelón que hizo al frente del candidato populista a presidente estadounidense, Donald Trump.  El Senador mexicano Armando Rios Pitel quiere introducir legislatura, para explícitamente prohibir que México page por la muralla en la frontera y revisar el tratado bilateral de 1848 (por el cual México sede parte de California, Texas, Nuevo México, parte de Utah y parte de Colorado) en la eventualidad de que Trump ganase la elecciones en los Estados Unidos y decidiese hacer la muralla o romper NAFTA.

La elecciones de todos estos gobiernos populistas han causado que los dos tratados de libre comercio más importantes, hasta la fecha – 1 bilateral US y Unión Europea, 2- Tratado Trans Pacifico- se vean encajonados por los próximos años, por lo menos hasta que las circunstancias cambien.  Según los mismos datos de la Unión Europea, (http://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2013/september/tradoc_151787.pdf), dicho tratado contribuiría 0.5% al PIB global de la Unión Europea. En un año que la Unión Europea crezca como en el 2015, esto representaría un significativo aumento de un 25% del PIB.

¿Cómo puede ser posible que tantos países estén actuando en contra de sus mejores intereses económicos?  La respuesta para muchos premios Nobel de Economía tales como Krugman y Stieglitz es que si bien estos tratados de libre comercio han favorecido el crecimiento a sus respectivas economías; no menos cierto es, que la distribución de la riqueza creada, es extremadamente desigual.    Más allá, estos mismos puntualizan, que en los últimos veinticinco años, el uno por ciento de la población se ha llevado el noventa por ciento de las riquezas.

¿Qué hace falta para que los líderes mundiales reaccionen antes de que sea muy tarde?